Armonía con Dios, con los Hombres y con la Naturaleza

Para estar en armonía con Dios hay que estar en armonía con los hombres y con la Naturaleza



Marcos 13, 33-37: Dijo Jesús a sus discípulos: "Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, porque no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o a amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormi­dos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!".


1.- Con este domingo comenzamos el tiempo de Adviento o de preparación para celebrar el nacimiento de Jesús, de su presencia en medio de los seres humanos y de la naturaleza. Por desgracia hemos interpretado este relato evangélico como una amenaza en relación con la muerte, que nos puede llegar al atardecer, o media noche, o al canto del gallo, o al amanecer, y vigilar que no nos coja desprevenidos. No se trata de nada de eso sino de estar atentos, enfaenados y comprometidos con desarrollar diligentemente nuestra tarea en el mundo, haciendo realidad los grandes valores del mensaje de Jesús para que El con ellos esté naciendo constantemente en el mundo, en todos los hombre y en toda la creación.



- Naciendo en cada uno de nosotros cuando somos justos, buenos, amigos, trabajadores, hermanos, alegres, pacientes, amables, generosos, cuidadosos de nosotros mismos y de los demás, especialmente de los empobrecidos, enfermos, hambrientos, desnudos, encarcelados, inmigrantes, y la Madre Tierra, un pobre más, cada vez más empobrecida, entre los empobrecidos del mundo...



- Y naciendo en toda la creación, cuidando, cultivando y amando todo lo que hay en ella, pues según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, 5.200 especies de animales se encuentran en peligro de extinción. En un exhaustivo informe se señala que necesitan una protección inmediata al menos el 25 por 100 de los anfibios y mamíferos, el 11 por 100 de las aves, el 20 por 100 de los reptiles y el 34 por 100 de los peces, además de centenares de especies de invertebrados. Cuidar de la Madre Tierra es también cuidar del hombre, pues sin ella este no puede vivir.



Jesús nació y tiene que nacer hoy para que todos y toda la creación tengamos vida y vida en abundancia (Juan 10,10), hasta el punto de que Dios Padre está atento a la simple caída de un cabello (Lucas 21,18), a la belleza de un lirio (Lucas 12,27), al cuidado de un pajarillo (Mateo 10,29)



Todos los seres humanos, y más los creyentes, deberíamos hacer nuestra la cosmovisión de los pueblos mayas, para los cuales la naturaleza es sagrada, y por tanto los elementos naturales no son mercancía, pero para la globalización neoliberal todo es mercancía: seres humanos (niños esclavos, guerrilleros, secuestrados para extraerles órganos, mutilados para ponerlos a pedir, usados como camellos para pasar droga como hace unos días una niña colombiana con 104 cápsulas de cocaína en el vientre para trasladarla con ella el pasado día 19 a Europa); animales: focas desolladas vivas para la moda; plantas: los bosques y ríos contaminados para extraer petróleo o minerales como el coltán para móviles, ordenadores, teles, etc. de usar y tirar; el 42 % de la selva tropical ya ha sido destruido. Entre 1990 y 2005 el territorio boscoso del planeta se redujo a un ritmo de 16 millones de hectáreas al año, según revela el Informe de Situación de los Bosques en el Mundo 2009. Ahora se deforestan 14,2 millones y se reforestan 5,2, con lo que tenemos un resultado negativo de 9 millones de Has. El neoliberalismo es una máquina de matar dirigida contra la vida.



2.- Sin estar en armonía con la Naturaleza es imposible estar en armonía con Dios y con los hombres. Quien no ama la naturaleza no ama a Dios. Dios puso la creación en nuestras manos. Ahora somos nosotros los únicos responsables de ella. Podemos usar la libertad para el bien, pero también para el mal. A las personas de bien, Jesús nos urge a estar siempre atentos, despiertos y vigilantes, porque también podemos usar la libertad para el mal, como hace el neoliberalismo capitalista, que acumulando cada vez más en las manos de los más ricos las tienen llenas, mientras que hace a los pobres cada vez más pobres que las tienen vacías: para esto urdieron la crisis.



3.-Puestos a vigilar tenemos que vigilar nuchas cosas: a los políticos corruptos para nunca más votarlos, a los usureros de toda clase para despedirlos vacíos como nos recomienda María de Nazaret en el Magníficat, a los curas peseteros y pederastas como los de Granada y otros, a los encubridores del mal, a los jueces inicuos que no respetan ni a Dios ni a los hombres como dice Jesús; vigilar a los corruptores, que pagaron y corruptos que aceptaron sobornos pagados con cacerías y prostitutas (perdón por ellas) con el dinero defraudaado al pueblo. A unos y otros y a los jueces que los juzguen hay que decirles con la Biblia: "Establecerás jueces que juzguen con juicios justos. No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, no aceptarás soborno porque el soborno cierra los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos. Justicia, solo justicia has de buscar" (Deuteronomio 17,18-20).



4.-Nuestra vigilancia tiene que ser también para llevar a este mundo a una perfección cada vez más alta. Esa ha de ser la meta de nuestro trabajo: preparar a toda la creación para la plenitud definitiva. Cuando así sea Jesús habrá nacido plenamente en este mundo, y va naciendo en la medida en que avanzamos en más justicia, más amor, más igualdad, más fraternidad, más vida, más salud, más paz, más libertad, más alegría, más esperanza para todos y para toda la creación. Que así sea.



Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino
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