Dios enigma a la intemperie

DIOS-ENIGMA

(Para Lou)


Dios mío, qué haces y qué no haces
llevas siglos cantando en el silencio
llevas siglos callándote por todo
sin acabar de ser lo que ya eres.

Podrías mejorar nuestra vivencia
podrías mejorar la convivencia
deberías hacer de Providencia
podrías deshacerte del oprobio.

Del oprobio de ser y de no serlo
del oprobio del ocio y del negocio
de la prueba de estar y de no estar
al mismo tiempo y en el mismo espacio.

Dios ocioso para los que laboran
Dios odioso para los que te acusan
Dios del temor para los timoratos
Dios del amor para los amorosos.

Dios-enigma para los enigmáticos
dios enigmático a la intemperie:
mi dios, por qué nos has abandonado
mi dios, por qué te has abandonado.

Oídme amigos, Dios ya no es el mismo:
sabedlo hermanos, ya nada es lo mismo.

(En esta nueva era
Dios no es lo que era
ya nada es lo que era:
dios será un dios distinto
mas ya no un dios distante
dios será diferente
mas ya no indiferente
un dios ambivalente
como la vida misma
un dios no tan potente
un dios más bien sufriente
y un dios más bien sufrido).
Un dios desvencijado

Andrés Ortiz-Osés



INTEMPERIE


Me refugio, etéreo Dios del viento,
en el aire que alientas con tu aliento.
Hoy me alzo desde del barro al aleteo
de tu brisa vacante. Y te presiento…

Te presiento en la sed y hambre de lumbre,
temblando ante el temor de no ser nadie,
(constructor de sonetos que hoy te implora:
Dime ya, ¿dónde estás? ¿En dónde moras?)

“Mi albergue está en las simas de estas rimas,
donde truenan los vientos de la Nada,
donde braman los truenos del Silencio.

Yo moro en tus destierros cuando escribes,
me abismo en tus abismos cuando callas,
y te amo en la intemperie, donde te hallas”.

Rafael Redondo



AMORS

Desmayarse, abandonarse, estar ido,
sofocarse, desesperado, hundido,
revenido, sin quicio, hasta la muerte,
desvencijado, solo y ya sin suerte.

No hallar fuera del mal centro y reposo,
mostrarse humilde, altivo y sentencioso,
enojado, enfadado y circunspecto,
cabreado, conciso y sin respeto.

Receloso, ofendido, casi yecto,
desengañado, hendido, casi yerto,
huido y señalado en el desvío,
atrincherado, hirsuto, en desvarío.

Postular que el verano es un invierno,
pensar que el firmamento es un infierno,
deshacerse de todo lo que hace:
esto es morir, quien lo probó lo sabe.

Andrés Ortiz-Osés
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