--- Todas nuestras enfermedades son a frigore: frío existencial.

--- El Círculo de Eranos celebraba sus rituales culturales en el Lago Mayor suizo, en cuyas orillas arde el espíritu africano de Leo Frobenius.

--- K. Kosik preconiza platónicamente la salida de nuestra caverna en base a una nueva democracia metafísica y poética. Ahora bien, acaso sea posible salir de la caverna, pero no del laberinto -so pena de preconizar la salida de la vida.

--- Toda la obra de Hölderlin propugna una relación de igualdad y compenetración entre los contrarios: la razón viril y la imaginación femenina, lo orgánico (cultural) y lo aórgico (natural), lo griego (occidental) y lo extranjero (oriental), Júpiter y Saturno. El representante de semejante relación de implicación de los opuestos sería Empédocles, el chamán que fuera a la vez muchacho y muchacha, brote vegetal y pez marino; pero también Cristo, situado entre Heracles y Dioniso. La afirmación de esta compenetración de los extremos sería de tipo artístico, ya que en el arte lo negativo queda sublimado (Cf. Aristóteles). De ello deduce R. Bodei en su obra sobre Hölderlin (La filosofía y lo trágico), que en la relativadora perspectiva hölderliniana “el nacer y el morir no tienen sentido en absoluto”, aunque sería más exacto decir que nacer y morir -vida y muerte- no tienen sentido absoluto, sino relacional (correlativo). Subyace a tal revisión correlativizadora la concepción panteizante de G. Bruno, el cual tomó en serio el adagio medieval según el cual la generación de algo procede de la corrupción de algo: corruptio unius, generatio alterius. Se trata de una visión estremecedora, en la que se complican corrupción y generación, caos y creación, destrucción y construcción per modum unius (unitariamente).

--- El alma situada entre el cuerpo y el espíritu, no es propiamente sustancial, sino relacional: relación de los contrarios, cuya implicación señaliza. Por ello el alma es dualéctica: desde el espíritu, inmaterial; y desde el cuerpo, espiritual. Lo específico del alma es lo anímico: la vivencia interior, la experiencia de la vida, la vida interior; en una palabra, la relación/relato de un espíritu encarnado y de un cuerpo espiritualizado. Por eso cuando en la muerte el cuerpo vuelve a la tierra madre y el espíritu al Espíritu paterno, el alma flota liberada en el Seno de Dios como símbolo de la convivencia fraterna de cuerpo y espíritu que configura a la persona o personalidad del hombre individuado.

--- Cabría interpretar el eterno retorno de lo mismo como la circularidad o recirculación (ritornello) del mal, frente a la línea recta (flecha) propia del bien, el cual aparecería como la explicación proyectada y proyectiva del mal implicado. Pues incluso cuando la flecha haya alcanzado su objetivo, tendrá que aguantar lo sucedido incrustado con ella en la diana.

--- La revolución es una superación que da la vuelta a las cosas dejándolas igual aunque invertidas. La reversión sería una sublimación, como transvaloracion o transmutación de los valores. En una revolución lo de abajo queda arriba (arribismo); en la reversión lo de la izquierda pasa a la derecha (pasotismo).

--- Entre el espíritu universal y el cuerpo particular, el alma personalizada: la cual personaliza el sentido como significación antropológica situada entre el significado general y el significante concreto.

--- En L. Klages el espacio es el cuerpo del tiempo, y el cuerpo es el alma del espacio —el sentido como dirección—. Ahora bien, frente al concepto heroico-militante del alma en Klages y Spengler, nuestra concepción del alma es religioso-sacerdotal (relación de interiorización).

--- Detestar es destetar por eso detestamos a quien nos desteta (desamor).

--- Coimplicidad—una hierofanía por su triple insistencia en la i implicativa.

--- La realidad es acuática por eso intentamos a toda costa salir a flote, nadar, sobrevivir. Que nadie ni nada nos hunda en su seno viscoso. La realidad es entonces agua y aire, cuerpo y espíritu: en medio reflota el alma del hombre acongojada. Al morir descendemos al fondo del mar: donde están las llaves/claves de la vida (el reino de las Madres).

--- El hombre fáustico no busca frente a Spengler el infinito, sino el indefinido progreso: es el alma moderna.

--- El alma como comportema y cultura: interrelación.

--- El mundo está lleno de cuentistas y yo me cuento entre ellos.