La razón común democrática (y Vivencias y convivencias 68)

La humanidad comparte una razón común, como ya proclamaba Heráclito, que debería ser guía común democrática. Esta razón común general se encarna en un sentido común, que a su vez debería ser su guía concreta de carácter interpersonal y práctico. Sin embargo, la humanidad se disputa la razón y se la apropia particularmente, en un ejercicio dogmático de posesión egoísta y beligerante de la propia razón particular, así reconvertida en general y con pretensiones de falsa universalidad.

Ahora bien, la razón es común y la verdad es de todos, de todos los que ejercen la razón común y no solo la suya propia, de todos los que se abren a una verdad no partida sino compartida. Decía el viejo Hegel que la verdad no es la parte sino el todo, pero añadamos que un todo no totalitario sino abierto y democrático. La razón común y la verdad de todos inaugura el sentido democrático de nuestra coexistencia interhumana. Como decía Picasso, si hubiera una sola verdad, no se podrían hacer cien lienzos sobre un mismo tema.

La democracia funda una razón interracional que da cuenta de las diferentes razones, así como una verdad interveritativa que da cuenta de las diferentes verdades. Y todo ello para tratar de lograr un sentido común de coapertenencia humanitaria. Por eso la democracia no es absolutista sino relacional, no es subjetiva sino intersubjetiva, no es monológica sino dialógica. Su criterio es un criterio de humanidad: nada humano me es ajeno, así pues nada inhumano me es propio o apropiado.

La razón es plural y la verdad también, por eso tiene su razón y su verdad de plomo incluso el fascismo sobre todo en su crítica radical al comunismo, lo mismo que el comunismo tiene su razón y su verdad de plomo sobre todo en su crítica radical al fascismo. En sí mismos empero fascismo y comunismo representan dos extremos o extremosidades de una razón y verdad mediadora y democrática, la cual cohabita la mediación de los contrarios y su remediación humanitaria.

Y es que la esencia de la democracia es coexistencial, y consiste en la compartición de los contrarios: igualdad y libertad. Por eso no pueden cohabitar una igualdad que niegue la libertad ni una libertad que reniegue de la igualdad. Izquierdas y derechas deben cohabitar democráticamente, lo mismo que el socialismo y el liberalismo, el nacionalismo o lo local y el internacionalismo o lo global, el puritanismo religioso o eclesiástico y la libertad civil, secular o pagana. La dialéctica democrática es una dUaléctica o coimplicación de contrarios, no absolutos sino correlacionales.

Así que la democracia constituye un todo abierto y relacional. La absolutización de una parte o partido por el todo conduce al totalitarismo, el cual revierte la razón y la verdad en patrimonio particular, mientras que la democracia es una fratria o fratrimonio radical y universal. Pues la razón es común y la verdad de todos, cuya resolución solo puede hacerse valer democrática y dialogalmente a través de un parlamento deliberativo y no conminativo, regido por el sentido común humanitario. Ahora bien, la auténtica democracia no trata tanto de una totalización cuantitativa de todo y de todos, cuanto de una asunción cualitativa y concreta de el singular y lo singular, así articulado y amparado.

VIVENCIAS Y CONVIVENCIAS 68

---Salir es nacer: entrar es morir (Taoteking).

---Que las almas distancia ignoran y sexo (Sor Juana Inés de la Cruz).

---En la historia de Jesús de Nazaret la presencia del diablo resulta omnímoda: codo a codo con la presencia de Dios.

---Al final de su vida Freud añora el paso a la nada: nostálgicamente.

---Me preguntan si merecen la pena los meses de enfermedad: lo ignoro, no estoy seguro, creo que no (pero no hay otra de momento).

---La quimioterapia me sabe a plomo y a veces a titanio: acompañada del pensamiento del Titanic.

---A menudo los aditivos son adictivos.

---Hay un materialismo craso o graso: grosero.

---Hay un espiritualismo etéreo o deletéreo: evanescente.

---Me acabaréis condecorando cuando ya no os dé la lata: póstumamente.

---El hombre oscila entre lo útil y lo fútil.

---Lo tontos no leen: y los listos lelean.

---La ascética de las cosas: y la mística de las estrellas.

---Hay un diablo en el mundo que se oculta en las máquinas: solo hay que ver mi ordenador cuando se encrespa y mi reacción demónica.

---Todo es gracia, decía Bernanos: y desgracia.

---La verdad primero que la paz, decía Unamuno antiveritativa y antipacíficamente.

---La gente corre deprisa: pero anda retrasada.

---Tras meses de convalecencia retorno al paseo de Vadorrey a través de sus árboles que destilan polen y semillas en un día primaveral: no hay en el embarcadero jóvenes navegantes, pero el sol áureo platea lunarmente al Ebro escurridizo: finalmente visito el Pilar para tocar la columna consagrada por la tradición.

---Rezar es intentar sobrevivir: rezar es demorar el suicididio (Salvador Pániker).

---El tontonazgo como máxima institución españolingia.

---Españolingia es la España holgazana: españolingio es el español holgado e incluso sobrado de sí mismo.

---Decía Bacon que a la naturaleza se le vence imitándola (parendo): pero yo diría que pariéndola también de nuevo.

---El adviento como el advenimiento a favor del viento.

---Aforisma es la llaga de un animal: aforismo es la sutura simbólica o humana de nuestra llaga animal.

---La felicidad tras la tormenta y el tormento: la reacción vital.

---Los toques y sones de la Semana Santa retumban en medio de mi enfermedad: amortiguándola.

---El Jesús de la humildad y la humillación de la vida por la muerte: la Madre dolorosa desfila vacilante tras el rastro sangrante de Jesús.

---Los costaleros sufriendo como yo: simbólicamente.

---Ahora trompetas y flautas dulcifican el ambiente fúnebre.

---Lloro de viejo suspirando hacia dentro: un niño me mira desde su nube celeste.

---Funeral de mi alma yecta en un cuerpo yerto cual sarcófago sacro.

---Ahora me saluda una doctora benévola: pero confundo su nombre y fallo.

---Es una tarde muy triste y muy alegre de mi vida.

---Providencial mi recogida final en la Iglesia: bajo la sombra de sus alas recuerdo el sacrificio del padre y de la madre, de los hermanos y cofrades, de la humanidad entera.

---Desde la enfermedad la vida cobra un brillo especial: es el brillo de lo sano frente a lo enfermo.

---Amo la vida porque aún la tengo, cuando la pierda ya no la tendré: me gozo en su aliento que mantengo, hasta que la muerte me tendrá.

---La belleza del mundo: y su perfidia.

---El ser de Parménides expulsa al no-ser: pero el logos o razón común de Heráclito no expulsa nada.

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