Los lodos feministas del Cristianismo

Aunque quizá sea un chascarrillo histórico, dicen que el Concilio de Nicea sometió a votación la cuestión de si la mujer era "humana" o no, es decir si tenía alma o no, y que la mujer fue declarada "humana" por un solo voto de diferencia.

Por no dejar solo a santo tan preclaro, nada menos que San Agustín, he aquí otra perla:
"En lo que se refiere a la naturaleza del individuo, la mujer es defectuosa y mal nacida, porque el poder activo de la semilla masculina tiende a la producción de un perfecto parecido en el sexo masculino, mientras que la producción de una mujer proviene de una falta del poder activo." Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica.

O esta perla del santo del protestantismo si algún día quieren así nominarlo:
Así ven ustedes cómo son débiles y poco saludables las mujeres estériles; aquéllas bendecidas con muchos niños son más saludables, limpias y alegres. Pero si eventualmente se agotan y mueren, no importa. Que mueran dando a luz, que para eso están. —Martín Lutero


¿Alguien se imagina tal chacota respecto al pensamiento griego o romano? ¿Existe alguna cita entre los pensadores grecorromanos cuestionando la "humanidad" de la mujer? Desconocida y además inimaginable. Quizá en algún autor pervertido... No, no se encontrarán citas, aunque es cierto que había costumbres un tanto anti feministas. Contra esas costumbres derivados de mitos anti racionales, quedémonos con esta cita de Aristóteles:

Las contrariedades que están en el concepto producen diferencia específica, pero las que están en el compuesto con la materia no la producen. Por eso del hombre no la produce la blancura y la negrura, y no hay diferencia específica entre hombre blanco y hombre negro... El ser macho y el ser hembra son ciertamente afecciones propias del animal, pero no en cuanto a su substancia, sino en la materia y en el cuerpo.


Fiel a su Metafísica, asigna el sexo a la materia, a los accidentes, aunque la forma o sustancia sea unívoca: ser humano. Culturas interesadas hicieron derivar, de la "diferencia", la "inferioridad".

Hombres y mujeres de esas épocas no eran en nada diferentes a como somos y pensamos hoy día y que estas cuestiones de "hombre–mujer" les traían al pairo, especialmente entre las personas que pensaban un poco.

Pero en los ámbitos crédulos todavía la rémora cultural pesaba excesivamente. Pablo de Tarso en este sentido se hace eco de ciertas costumbres del momento y exhala sus contundentes apotegmas para que perduren durante dos mil años: "Las mujeres callen en la asamblea de los fieles", "las mujeres sometidas a sus maridos", etc.

Las anécdotas importan poco frente al hecho aberrante e irreparable para la cultura y para el mismo desarrollo de la conciencia moral de que, por culpa de la creencia, el imponente caudal de humanidad, ciencia, sentimiento... que podría haber aportado la mujer, se haya visto cegado durante tantos siglos

Sí, lo repetimos, por culpa de la creencia, que no hizo nada en dos mil años --ni sigue haciéndolo-- y en cuya revelación revelada por un revelador "relevante" no existe ningún relámpago premonitorio, ninguna profecía, ningún aviso, ninguna admonición en el sentido de lo que, con el discurrir de los siglos, llegaría a ser normal en las sociedades avanzadas: la igualdad de hombres y mujeres.

¿Tan duro era ese "elemento" revelador relevante y tan machista? ¡No vengan con la disculpa de que Dios se acomoda al hombre! ¡Qué soberbia mentira cuando o bien falla todo su tinglado revelador o bien falla ese "Deus ex machina" construido a imagen y semejanza de los hombres!

Y repetimos de nuevo las frases envenenadas origen de tal tragedia histórica: Las mujeres callen en la asamblea, seguidoras de la tradición, perversa para las mujeres, de "en pecado me engendró mi madre" del salmista.

Mientras en este milenio que comienza la cultura occidental ha llegado a la paridad de las personas, culturas ancladas en la creencia –especialmente el Islam— todavía mantienen a la mujer sumida en el marasmo, en la esclavitud, en la degeneración, en la degradación sólo por una consideración de la condición femenina que no quiebra a lo largo de la historia.

¿No se pueden expurgar como “apócrifas” determinadas frases de su Testamento? ¿No hay feministas creyentes, hombres y mujeres, que clamen contra el exabrupto paulino y su derivado histórico? Expurgar podrían hacerlo aunque sólo fuera por el argumento de "dejar bien parado a Dios" y no achacarle frases que él –perdón, Él-- no pudo decir.
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