Cambios en Arabia Saudita

El príncipe que dirige el gobierno de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, es consciente de que los pozos de petróleo de su país tienen los días contados y que hay que buscar otras fuentes de ingresos. Ha descubierto que hay un enorme interés en conciertos, deportes y todo tipo de entretenimiento público que es algo a lo que va a dedicar sus esfuerzos en el corto plazo ya que el pueblo se mostraba contrario a la cerrazón religiosa. Lo demuestra el hecho de que grandes familias asisten encantados a estos eventos

Lo más curioso es que en 2017 el gran muftí, Sheikh Abdulaziz al – Alsheikh, anunció que la llegada de estos acontecimientos al país, arruinaría la cultura árabe y sus valores. El clérigo, que murió el año pasado, no tenía mucha influencia en el gobernante cuyas ideas consideraba extremistas y pasadas de moda. Pero son los dos polos en los que se ha movido la nación: por un lado, la gente joven educada de las ciudades y por otro, el pueblo llano anclado en las viejas costumbres. Un país de 37 millones de personas que tenía fama de exportación radical, de clérigos y dinero, sobre todo a partir de los eventos de las Torres Gemelas, donde la mayoría de los terroristas eran sauditas, quiere dar una vuelta de interpretación a la religión musulmana para hacerla acorde al mundo moderno

Bin Salman lo tienen claro hay que evitar cualquier obstáculo que impida el crecimiento en la nueva línea que quiere impulsar. Para ello, los primeros pasos han sido religiosos suprimiendo o recortando la policía religiosa; limitando a los jueces la interpretación de la sharía, el código de conducta islámico que rige todos los aspectos de la vida de los musulmanes y el culto y estudios en las universidades, donde se impide la segregación por género. También está intentando analizar en profundidad los auténticos dichos de Mahoma, que son muy pocos, para llegar a formar un código que sea la base para legislaciones posteriores y que no deje en manos de clérigos y jueces sentencias arbitrarias. No impulsa tanto la exportación de clérigos sino el diálogo entre religiones mediante conferencias y concilios

Estas medidas se advierten en el ritmo de la ciudad. Las tiendas ya no están obligadas a cerrar las cinco veces del rezo obligatorio, sino que pueden abrir las 24 horas. Recuerdo con pesadilla, estando con mi marido en Dubái en la UCI tras un accidente, las voces por altavoz que nos llegaban a las horas prescritas. Acabé odiando al pregonero y lo malo es que también sentí animadversión por el Ser al que rezaban. Dicho esto, recuerdo con nostalgia, las campanadas de muchas ciudades pequeñas y pueblos que sonaban a las 12:00 del mediodía para el rezo del ángelus. Uno de mis cuadros preferidos es el Ángelus de Millet, una pintura que está en el museo del Louvre de París, que representa a unos agricultores parando sus labores para rezar el ángelus. Es una obra de arte que inspira paz

Este espíritu de reforma no incluye el perdón a los enemigos. Un famoso predicador Salman al - Oudah, que tiene millones de seguidores en las redes ha sido acusado de relación con los Hermanos Musulmanes, que impulsaron las revueltas en los países árabes contra las élites, y está en juego su sentencia de muerte

Como mujer me alegro de que puedan conducir, que no tengan que llevar al lado un compañero masculino… pero tengo la impresión de que hay mucho barniz y que en el fondo sigue existiendo un gran machismo. Mi esperanza es que todos los cambios llevan tiempo

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