"Los obispos deberían denunciar la desfachatez de algunas 'estrellas'" “La verdad os hará libres”

Ferreras
Ferreras

"Creo que los obispos habrían de denunciar públicamente el ambiente nauseabundo de algunos medios de comunicación y la desfachatez de periodistas 'estrella' que difunden mentiras para perjudicar a los que ellos consideran sus enemigos"

"Las fake news, esparcidas por ciertos periodistas, perjudican la calidad democrática de un estado, ya que estas “estrellas” las utilizan para destrozar a sus oponentes"

"La verdad os hará libres". Así nos exhorta Jesús, también hoy, a vivir en la verdad, y a ser verídicos en nuestros actos y en nuestras palabras. Recuerdo estas palabras del profeta de Nazaret, debido a la guerra sucia, a las cloacas mediáticas y a las mentiras de algunos periodistas.

Hace cuatro años, en la 52a Jornada Mundial de los Medios de Comunicación Social, el papa utilizaba como lema de esta jornada las palabras de Jesús, “La verdad os hará libres” (Jo 8:32). 

El papa Francisco nos recordaba que “el ser humano es capaz de expresar y compartir la verdad”, aunque cuando el hombre “sigue su propio egoísmo, puede hacer también un mal uso de la facultad de comunicación”, ya que “la alteración de la verdad es el síntoma  típico de la distorsión”.

Inda y Ferreras

El papa nos recordaba que la comunicación ha de ser un “lugar para expresar la propia responsabilidad en la búsqueda de la verdad”. Pero como estamos viendo, con las grabaciones del ex-comisario Villarejo, algunos medios (y algunos periodistas que todos conocemos), nos ofrecen el “fenómeno de las noticias falsas, las llamadas fake news”. 

Las fake news, como nos decía el papa, nos llevan a la “desinformación”, ya que están “basadas en datos inexistentes o distorsionados”, que “tienen como finalidad” como vemos cada día, “engañar o manipular al lector”, para “llegar a objetivos concretos, influenciar las decisiones políticas u obtener ganancias económicas”. 

Cabe recordar que las fake news, como nos decía el papa, “son hábitos para capturar la atención de los destinatarios”, porque “los contenidos, a pesar de no tener fundamento, alguno, obtienen una visibilidad tal, que hasta los desmentidos oficiales difícilmente consiguen parar el daño que producen”. Por eso, ante el problema de las fake news, “ninguno de nosotros puede eximirse de la responsabilidad de hacer frente a estas falsedades”, para de “desenmascarar “la lógica de la serpiente”, capaz de camuflarse y morder”. De hecho, la primera fake news la encontramos en el libro del Génesis (Gn 3:1-15), con el engaño de la serpiente, “la insidiosa y peligrosa seducción” que también hoy “se abre camino en el corazón del hombre, con argumentaciones falsas y atrayentes”. 

Hemos de reconocer, como decía el papa, que “las mismas motivaciones económicas y oportunistas de la desinformación, tienen su raíz en la sed de poder” que nos hace “víctimas de un engaño”. Por eso “el antídoto más eficaz contra el virus de la falsedad, es dejarse purificar por la verdad”, cosa que no entiende ni el comisario Villareja, con sus patrañas, ni los periodistas que mienten deliberadamente.  

Fake News
Fake News

Como decía el papa, “el mejor antídoto contra las falsedades son las personas, que libres de codicia están dispuestas a escuchar” y “permiten que la verdad aparezca a través de la fatiga de un diálogo sincero”.

“La divulgación de porquería fabricada con intencionalidad política en medios que sabían que lo era”, como ha dicho el periodista Xavier Domènech (Regió 7, 13 de julio de 2022), ha llevado al Colegio  de Periodistas y al Consejo de la Información, a expresar que las conversaciones ponen de manifiesto comportamientos por parte de diversos periodistas y medios de comunicación que vulneran los principios más elementales de la ética”. Además, “a la hora de construir mentiras e intoxicar y manipular a la ciudadanía, las cloacas del Estado han contado con la complicidad de algunos responsables, periodistas, articulistas y tertulianos. Sin su complicidad, las cloacas del Estado no habrían conseguido sus objetivos”.

En su artículo, “La audiencia de la porquería”, Xavier Domènech acababa así: “Lo más grave es que algunos de los traficantes de medias mentiras, mentiras conscientes y deformaciones desvergonzadas, se cuentan entre las estrellas más brillantes de la galaxia comunicativa”. Con toda la razón del mundo, el periodista Xavier Domènech afirma que esas estrellas de la comunicación que mienten deliberadamente, “no lo serían si los lectores, oyentes y espectadores fuesen más exigentes. Y sus colegas, menos corporativos”. 

Estas cloacas mediáticas quedan perfectamente fotografiadas por el papa San Gregorio el Grande, en sus Tratados Morales sobre el libro de Job (Llibre 10, 47-48), que él escribió. Obispo de Roma a finales del siglo VI y principios del siglo VII, Gregorio, escribía, como si estuviese pensando en las cloacas mediáticas de ahora: “El hombre honrado e íntegro es la burla, porque “la sabiduría de este mundo consiste en presentar lo que es falso como verdadero y lo que es verdadero, como falso. Los sabios de este mundo consideran una estupidez la virtud de la integridad. Ellos califican de necios, obrar con rectitud y la sabiduría según la carne juzga insensata cualquier obra conforme a la verdad”. 

Fake news
Fake news

En contraposición a los que presentaban la mentira como verdad o bien la disfrazaban de verdad, el papa San Gregorio decía: “La sabiduría de los hombres honrados, al contrario, consiste en amar lo que es verdad tal como es, y evitar lo que es falso. Pero esta honradez es la burla, porque los sabios de este mundo”, como los periodistas que inventan falsedades y propagan mentiras deliberadamente, “consideran una estupidez la virtud de la integridad”.

Creo que los obispos habrían de denunciar públicamente el ambiente nauseabundo de algunos medios de comunicación y la desfachatez de periodistas “estrella” que difunden mentiras para perjudicar a los que ellos consideran sus enemigos. Con valentía, el arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives, ha reclamado “un periodismo contra las falsedades”.

Las fake news, esparcidas por ciertos periodistas, perjudican la calidad democrática de un estado, ya que estas “estrellas” las utilizan para destrozar a sus oponentes. Hace unos años fue conocido como el “sindicato del crimen”, a un grupo de periodistas que se dedicaban a inventar y a propagar noticias falsas y nauseabundas, sin tener en cuenta el código deontológico ni las palabras de Jesús, “la verdad os hará libres”.  

Estos manipuladores de la realidad, con pruebas falsas, habrían re recordar las palabras de San Agustín en su libro de las Confesiones, cuando nos dice también hoy: “Extirpa toda temeridad y toda mentira de mis labios interiores y exteriores. Que ni me engañe yo, ni haga que se engañen los demás”. 

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