Cornudos y apaleados. O, ay, qué pena me da que se me ha muerto el canario

Con notable escándalo,la FERE se apartó en su día de la cerrada postura que diversas organizaciones mantenían frente a la LOE. Lo que no pocos consideraron una traición.

Nunca he entendido la actitud de nuestra jerarquía eclesiástica con los religiosos. Que es la de pasar por todo. Con religiosos individuales, por ejemplo los que militan en las filas de la Juan XXIII, con la CONFER y sus presidentes, y no me refiero sólo a Fernández Barrajón, y con la FERE que dejó a nuestros obispos con el trasero al aire al pasarse con armas y bagajes al enemigo.

Ahora han comprobado que aquellos que iban a darles el oro y el moro les han engañado. Que de dar, nada. Como todos, menos ellos, preveíamos, les van a quitar hasta el carnet de identidad. Y a llorar.

Son unos incumplidores. Nos han engañado. Pues, no me vale. Sois unos memos que no supísteis ver lo que todo el mundo veía. Y que, además, en plena batalla, abandonasteis a los vuestros. ¿Quien va a dimitir? ¿Manuel de Castro? Y, si como es más que probable, aquí no dimite nadie, ¿cuándo os echan? Los religiosos siguen siendo la gran asignatura pendiente de nuestros obispos.
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