Pues muy preocupante. Y para que en Roma comiencen a pensar si no se habrán equivocado. Sólo hay algo en favor del arzobispo Profidén. Piensan que tal vez el cardenal electo no pueda o no quiera ser lo que ellos quisieran que sea.
Acusan lo que les molesta la presencia de Germinans, a la que no nombran pero se les entiende todo. Será para no darle más publicidad. Pero está clarísimo que es un auténtico golondrino que le ha salido al catalanismo progresista eclesial. Y vaya si les duele.
Odio al cardenal Carles y poco más. Curiosamente la torre de esta cigüeña es mencionada en uno de los comentarios. Tres hasta el momento en que he leído el trabajo a las 21.30 de hoy. No parece un espacio muy animado.
Esperemos que el nuevo cardenal no se deje embaucar por cantos de sirenas. Él no es ni un progresista ni un catalanista radical. Pero hasta el momento se ha dejado querer por ellos. Con pésimo resultado para la diócesis. Donde el catolicismo cae en picado. Es como si tuviera miedo a los problemas que le podrían crear y opta por darles cargos y mirar para otro lado. A mí no me van a crucificar como hicieron con Carles. Yo a vivir, como Jubany.
Pero esos curas, en los días de Jubany, eran muchos y jóvenes. Y además luchaban contra la "opresión" franquista. Ahora son pocos y viejos. Y ya no les sigue nadie. Vaya frente de juventudes el de los Totosaus, Martí, Raguer, Manent...
Yo espero poco del valor, ciertamente no acreditado, del nuevo cardenal. Es más, ni siquiera se lo supongo. Pero démosle un cierto margen de confianza. Tal vez la púrpura le haga cambiar. Aunque, como digo, el contento de Església plural, que de plural no tiene nada, es muy preocupante.