Me acaba de llegar la noticia de que mi queridísimo amigo Luis Fernando Pérez Bustamante, el Blogger de Cor ad cor loquitur, ha sido hospitalizado por una afección cardiaca.
Ruego a todos los que me lean que recen por él. No ha cumplido los cuarenta años y tiene tres niños pequeños. Y no una brillante situación económica.
Creo, además, que es una de las personas más entregadas a la causa de Dios y de su Iglesia. Con notabilísimos saberes. Y aquí me permito hacer también una petición a todos los que no compartáis sus posiciones eclesiales e incluso hayáis polemizado con él. Sed generosos y rezad. Ya veréis como después de haberlo hecho os sentiréis a gusto. A mí me ha pasado con personas a quienes había puesto a escurrir.
No tengo ni idea de si su obispo diocesano va a leer este artículo. Si lo leyera, o si alguien se lo comunicara, una petición. Mande usted a un sacerdote que se acerque al hospital donde esté. Yo no sé cual es. Él tiene por su obispo una especial devoción. Que la pone de manifiesto siempre. Un detalle episcopal así, que no cuesta nada, nos acerca muchísimo los pastores. Comprobamos que somos alguien para ellos. Que lo de Padre no es una palabra sin sentido.