Con el Papa

Ante la increíble y universal campaña del mundo musulmán contra el Papa, este humilde Blog y su autor proclaman su afecto y su adhesión a Benedicto XVI.

Europa es tierra de acogida de millones de musulmanes. Por motivos varios, más o menos confesos, que ahora no vamos a analizar: antinorteamericanismo, antijudaísmo, simpatía por los más pobres olvidando que entre ellos están también los más ricos, izquierdismo idealista seguramente para hacerse perdonar el derechismo del bienestar y el egoísmo de nuestra actual civilización, tan poco de izquierdas, se ha venido justificando una civilización que en tantos aspectos es tan distinta de la que hoy se ha impuesto en Europa.

Quienes se quieren campeones de la liberación de la mujer no quieren ver la miserable condición de sometimiento de las mujeres musulmanas. La civilización del desnudo femenino calla ante el burka. La dignificación, cuando no la exaltación, de lo homosexual, mira hacia otro lugar si se trata de la triste situación de esas personas en ese mundo. El culto a la democracia por la intríseca bondad de la misma parece que no es proselitista y no se quiere su extensión universal. Una civilización que se ha olvidado de Dios acepta sin el menor problema la teocracia más absoluta. Y la más elemental reciprocidad en el trato, norma obligada de cualquier relación sobre bases sólidas, es preterida totalmente. E incluso el terrorismo y los terroristas sólo son perseguidos de modo puntual cuando alguna actuación de ese tipo nos golpea de modo muy directo.

Ante esa actitud entreguista se crecen. Y si a ello se unen actuaciones del mundo occidental, más o menos afortunadas, en las que las víctimas son musulmanas, crece también el odio, que a la vez es político y religioso, contra los infieles que somos nosotros.

Ahora es el Papa el último blanco de esos ataques. Por unas palabras suyas que quisieron ser benévolas con el Islam y que ciertamente no lo consiguieron. Más bien todo lo contrario, al ser malinterpretadas y manipuladas.

El Papa, que rechazaba las guerras religiosas, ha pasado a ser objeto de una guerra de religión contra él. Y en la que las víctimas van a ser, una vez más, nuestros pobres hermanos cristianos que viven en países musulmanes. Hermanos católicos, protestantes, ortodoxos, coptos...

Yo no sé si se podran recomponer las relaciones con el Islam como sería de desear. Y sobre bases sólidas de reciprocidad y solidaridad. Desde luego, los ataques al Papa no son un buen camino. Los católicos van a cerrar filas con el Papa y con sus hermanos perseguidos. Y en ocasiones perseguidos hasta el martirio. Y supongo que evangélicos y ortodoxos no mirarán con buenos ojos el incendio de sus templos y la persecución de quienes tienen su misma fe.
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