El enorme fiasco de la Iglesia de Entrevías.

Como este sector de la Iglesia, caso de que todavía lo sea, se dedica al bombo mutuo se lo llegan a creer. Con nosotros están el pueblo y los teólogos, el Concilio Vaticano II y aquel gran revolucionario que fue Jesús de Nazaret. Y los pobres. Todos los millones de pobres del mundo. Se va a enterar ese carca de Rouco de lo que vale un peine.
Pues se está enterando. Masiva llegada de comunicados de organismos tan importantes como las comunidades cristianas de Alfarracoches, las comunidades de base de Santa Eulalia de la Escojoncionera, los gays y lesbianas de San Serenin del Monte de Arriba y seis o siete más de ese estilo que, como todo el mundo conoce, cada una agrupa a varios cientos de miles de afiliados y todas juntas a media España.
El cardenal Rouco me cuentan que está desolado y arrepentidísimo de la medida que tomó. Que de los cincuenta miembros del Consejo presbiteral cuarenta y nueve apoyaran la la decisión del cardenal y uno se abstuviera hay que entenderlo sólo por el pánico al fusilamiento, práctica a la que el cardenal de Madrid es tan aficionado. Como que raro es el día que no caen cuatro o cinco curas ante los muros de la catedral de la Almudena.
Pero lo que ya colmó su consternación fue que el pasado domingo de Pascua se concentraran ante la Iglesia de Entrevías doscientas personas. Tan ingente multitud, y toda tan piadosa pues comulgaron hasta los ateos, tiene preocupadísimo al pobre cardenal. Y cuando le dijeron que como figura más insigne de los concentrados figuraba el Gran Wyoming, gloria insigne de la intelectualidad española, al pobre monseñor Rouco le dio un vahido del que tardó media hora en recuperarse.
Vuelto en sí, un cura de los que por allí estaban y le atendían en su desmayo, dicen algunos que el mismo que se abstuvo en la votación del Consejo presbiteral, con malísima intención dado el estado en que se encontraba el arzobispo de Madrid, añadió:
-También estaba una tal Melania no sé qué.
El cardenal volvió a demudarse y los que estaban más cerca le oyeron musitar:
-Carallo, tamén a Melanie Grifith.
Y volvió a desplomarse.
Hoy va a tener un día malísimo nuestro arzobispo pues ayer volvió a reunirse otra multitud para celebrar con toda devoción el Santo Sacrificio de la Misa.
Según Religión Digital, de donde tomo tan preocupante noticia, los dos centenares del domingo anterior llegaron en esta icasión a la impresionante cifra de algunas decenas. Vamos, que no llegaron ni a cien. Y eso ahora que están en la cresta de la ola.
Están más acabados que Marujita Díaz. No les sigue nadie.María García, José Palacios, Pedro Rincón, la exdrogadicta Begoña y veinte o treinta más, muy conocidos todos en sus respectivas casas a la hora de comer.
Eso no es que se muera sólo. Es que está más muerto que la señora de Pompadour.