Por fin una voz sensata en Vizcaya.

Los que dimiten y no dimiten, o dimiten a medias por si acaso, los que no sabemos quienes son para que parezca que son muchos, apenas son "algunos descontentos miwntras que los católicos de la diócesis bilbaína padecen "abochornados esta lamentable imagen que sin duda escandaliza a muchos".
Y añade que "en los lugares oportunos son bastantes las voces que intentan poner cordura y serenidad a la situación, sobre todo apoyando a quien sin duda más está sufriendo, nuestro obispo Don Ricardo y a la vez trabajando para sanar los espacios de comunión dañada".
Pues parece que todavía quedan personas sensatas en la Iglesia de Vizcaya. Y no sólo el párroco de la catedral sino todos esos que intentan poner cordura y serenidad.
No dudo que Don Ricardo Blázquez ha sufrido por estos lamentables sucesos pero pienso que el más injustamente agredido y quien habrá experimentado más sufrimiento es el nuevo obispo auxiliar que se ha limitado a obedecer la voluntad del Papa. Al fin y al cabo Don Ricardo es en parte responsable de lo ocurrido por mantener esos impresentables Consejos Presbiteral y Pastoral. Es el peligro de criar lobos. Que un día te muerden.
"No podemos dejar que el malestar de los menos, empañe la dicha de esta gran familia que unida en la fe y el amor, vive con esperanza este momento". Muy bien, Don Luis Alberto. Sus palabras eran necesarias. Era necesario que alguien las dijera.