La religión a la luz de tres ciencias sociales empíricas (I) Javier Elzo: "Mi objetivo es el de ofrecer una prospectiva sociológica del futuro próximo de la religión"

Javier Elzo
Javier Elzo

"Mi objetivo es el de ofrecer una prospectiva sociológica del futuro próximo de la religión, especialmente del catolicismo en el sur-oeste de Europa Occidental y, particularmente en España, partiendo de la realidad de nuestros días"

"Quiero subrayar que toda observación critica que se me envíe la agradeceré mucho. Me permitirá, seguro, mejorar mi texto"

"Sigo en gran parte los últimos trabajos del sociólogo alemán, Hans Joas, con lo que, modestamente, podré acercar sus planteamientos socio-religiosos al lector que lee en castellano"

"Hans Joas profesor en Berlín y Chicago, debe colocarse, a juzgar por el cotidiano “la Croix”, sin duda a la cabeza de la pila de los pensadores vivos de matriz cristiana actuales. Sociólogo de renombre, reconocido en el mundo académico como uno de los mejores especialistas en el tema de la secularización, Hans Joas enlaza esta vez la historia moderna de las religiones con su momento actual"

Las páginas que siguen, están pensadas para formar parte de un nuevo libro, cuya culminación pretendo que sea en torno al final de la primavera del próximo año 2022, si la salud me respeta. Mi objetivo es el de ofrecer una prospectiva sociológica del futuro próximo de la religión, especialmente del catolicismo en el sur-oeste de Europa Occidental y, particularmente en España, partiendo de la realidad de nuestros días. También quisiera presentar cómo un sociólogo aborda la cuestión de la trascendencia en una sociedad, como la española, fuertemente secularizada.

Sigo en gran parte los últimos trabajos del sociólogo alemán, Hans Joas, con lo que, modestamente, podré acercar sus planteamientos socio-religiosos al lector que lee en castellano, pues, llamativamente, sus libros de temática religiosa no han sido traducidos al español. Yo los he leído en su traducción francesa.

Señalo aquí dos de sus últimos libros. “Los poderes de lo sagrado. Una alternativa al relato del desencantamiento” en el que me basaré básicamente en estas páginas1 y “La fe como opción. Posibilidades futuras del cristianismo “2 . Hans Joas profesor en Berlín y Chicago, debe colocarse, a juzgar por el cotidiano “la Croix”, sin duda a la cabeza de la pila de los pensadores vivos de matriz cristiana actuales. Sociólogo de renombre, reconocido en el mundo académico como uno de los mejores especialistas en el tema de la secularización, Hans Joas enlaza esta vez la historia moderna de las religiones con su momento actual.

Hans Joas

Me detendré hoy, tras una brevísima introducción, en la ciencia histórica para lo cual Joas reflexiona en base al ensayo de David Hume que escribió, a mediados del siglo 18, una historia universal de la religión (“The natural History of Religion”) fundada empíricamente, haciendo abstracción de toda premisa teológica.

En próximas entradas abordaré el estudio empírico del fenómeno religioso desde la disciplina psicológica y semiótica y, más adelante desde la antropológica-sociológica.

Quiero subrayar que toda observación critica que se me envíe la agradeceré mucho. Me permitirá, seguro, mejorar mi texto.

Este es mi (nuevo) correo electrónico: elzoimaz@telefonica.com

Gracias por adelantado.

Del PROLOGO a la edición francesa de “Los poderes de lo sagrado”

El objetivo básico del libro según el autor, Hans Joas

" ...en el centro de los análisis se encuentra la narrativa probablemente más influyente sobre la historia de la religión y su importancia para la emergencia de la modernidad: el relato del desencantamiento debido a Max Weber. Este libro presenta otra narrativa que explica mejor un aspecto importante: la emergencia, siempre renovada, de una sacralidad que puede revestir formas muy diversas".

Hans Joas remarca que gran parte de las discusiones respecto del planteamiento de Max Weber estaban teñidas de motivaciones religiosas o antirreligiosas, y él se pregunta si es posible una ciencia que hable sobre la religión de forma absolutamente general, sin que los motivos religiosos o antirreligiosos jueguen necesariamente un papel constitutivo de tal ciencia.

Libro de Hans Joas

INTRODUCCION y presentación brevísima del contenido de los tres primeros capítulos de los siete que conforman el libro de Hans Joas

En los tres primeros capítulos se aborda una aproximación científica de la religión en base a tres disciplinas de las Ciencias Humanas. La primera es la disciplina histórica para lo cual se reflexiona en base al ensayo de David Hume que escribió, a mediados del siglo 18, una historia universal de la religión (“The natural History of Religion”) fundada empíricamente, haciendo abstracción de toda premisa teológica.

La segunda disciplina empírica será la psicológica. Joas se basa en el trabajo de William James que refiere las diferentes variedades de la experiencia religiosa (The Varieties of Religious Experience”), libro que todavía hoy, un siglo después, es fuente de inspiración. Pero también se ocupa del pragmatismo americano

Para la tercera disciplina, la sociológica o etnológico-antropológica en materia de religión, va a trabajar con Emilio Durkheim y su clásico estudio sobre el origen de la religión en los aborígenes de Australia y en los indios de América del Norte, "Las formas elementales de la vida religiosa" publicada en 1912.

Lo que pretende el autor en estos capítulos es responder a esta pregunta "¿es posible formular enunciados científicos del fenómeno religioso?". Y, a partir de ahí, recoger elementos diversos para poder formular una teoría global del fenómeno religioso con la que concluirá su libro. Será su excepcional capítulo 7º, particularmente en el apartado “la sacralización como fenómeno antropológico” en las páginas 288-303, donde el autor condensa su respuesta, antes de dar paso, ya en las últimas páginas de su ensayo, a dar cuenta del título de su libro, “los poderes de lo sagrado” que, principal pero no exclusivamente, centra en la realeza, en el poder, en la nación o pueblo y en la persona humana.

Estos tres primeros capítulos bosquejan una primera imagen que propone hacer volver (“ramener”) la religión a las experiencias humanas situadas históricamente, en las cuales algo o alguna cosa es resentida como sagrada, experiencias que comprendemos de forma correcta, solamente si las anclamos en una psicología del yo (del sí mismo), transformada semióticamente, y las pensamos encarnadas en prácticas y no las sometemos a una mera reducción individualista.

Hume

¿Historia de la religión como crítica de la religión? David Hume y sus consecuencias

El objetivo es el de analizar la posibilidad de una ciencia de las religiones, en particular si se considera esta ciencia como un espacio en el que creyentes (diversos entre sí) y no creyentes (también diversos entre sí) puedan entrar en un diálogo fructífero los unos con los otros. Este espacio podría ser el de la historiografía de las religiones, apunta Joas. O bien, la historiografía sería necesariamente una parte de la crítica de la religión. 

De ahí la importancia de detenerse en la obra del filósofo e historiador escocés David Hume titulada "La historia natural de la religión" en la que, absteniéndose de toda hipótesis teológica, formula una historia puramente profana y natural de la religión, aunque solamente en el título utiliza la palabra natural3.

La característica esencial de la obra de Hume, lo que supone, para su época, una novedad metodológica es la idea de que una revelación divina no podía ser invocada como una explicación causal o como una fuente de conocimiento autónomo, pero podía, sin embargo, abordarse como un objeto, sobre todo en los sujetos, sobre el cual se pudiera llevar a cabo una investigación científica.

Ya desde este primer capítulo de su libro, Joas afirma que prefiere, cuando se trata de determinar la fuerza o la debilidad de la creencia religiosa, el concepto de “opción secular” al de "secularización” (que más adelante distinguirá entre la realidad social y sociológica de la secularización y la secularización como tesis de la modernidad) porque pone mejor en evidencia el hecho de que el 'secularismo' (la secularidad como tesis) es una opción adoptada en proporciones muy variables en diferentes países, regiones o ámbitos, una opción al lado de la cual la fe, conserva su espacio.

“La opción secular es, en consecuencia, una nueva opción que viene a añadirse a la de la fe y que transforma en consecuencia esta última en una opción entre otras". Aquí constatamos una idea central del pensamiento de Joas, (y de Charles Taylor en su monumental “La era secular” a la que volveremos más adelante) con la que manifestamos nuestro acuerdo, y que será la idea básica del otro libro suyo, publicado en 2014, qué se titula, precisamente, "La fe como opción", al que dedicaremos un buen espacio a lo largo de mi pretendido nuevo libro.

David Hume

Breve resumen de las cuatro tesis de David Hume sobre la historia de las religiones.

En la primera tesis sostiene Hume que el politeísmo es indudablemente, en casi todos los casos, la forma de religión original y durante mucho tiempo casi la única forma de religión admitida y no el monoteísmo como se entendía anteriormente, incluso en el pensamiento de las Luces, así como en el pensamiento no cristiano. Con esta tesis histórica Hume quiere, conscientemente, presentar un golpe mortal no solamente a la imagen bíblica de una autorrevelación de Dios con la idea del primer hombre, sino también a la idea típica del Siglo de las Luces de una "religión natural' de la humanidad.

La segunda tesis se plantea la cuestión del fundamento de este politeísmo original. Hume lo representa diciendo que "los hombres empujados por la esperanza, pero más aún por el temor, escrutan con una curiosidad temblorosa el curso de las causas futuras y examinan los acontecimientos diversos y contrarios de la vida humana. Sobre esta escena de desorden, con los ojos ´turbados y asombrados´ perciben confusamente las primeras trazas de la divinidad” (p. 79-81 del libro de Hume). Hoy diríamos que percibe en las experiencias de la contingencia propia de la vida humana las raíces psicológicas de la religión.

La tercera tesis se refiere a la dinámica de la historia de las religiones. Para Hume no se podría defender con argumentos empíricos la tesis que sostendría que la historia de las religiones sea un proceso teleológico conduciendo del politeísmo original al monoteísmo y menos todavía lo contrario. Para Hume en la historia de las religiones se puede observar una frustración entre dos extremos, una oscilación entre el politeísmo y monoteísmo comparable al movimiento de las mareas. El monoteísmo es habitualmente más frecuente en el pensamiento racional, aunque la razón es muchas veces débil e impotente frente a las pasiones, lo cual es el caso, particularmente, sostendrá Hume, en las clases inferiores incultas.

La cuarta tesis afirma que, por esencia, el politeísmo es más tolerante que el monoteísmo porque es más fácil integrar nuevos dioses en un panteón heterogéneo mientras que los monoteísmos por definición tienden a no autorizar la veneración de ningún otro Dios. En razón de esa tendencia a oprimir o a eliminar las religiones concurrentes, así como la propensión inscrita en el corazón de los monoteísmos, a la división, a la misión y la expansión, la tolerancia es difícilmente compatible con sus premisas.

Durkheim

¿Qué decir de las cuatro tesis de Hume?

Respecto de la primera tesis sostiene Hans Joas, en otra de sus ideas base de su razonamiento que ya apunta aquí, que es preciso desplazar nuestra atención de las creencias y de sus representaciones para interesarnos en las prácticas de los rituales celebrados en la antigüedad. Esa cuestión es mucho más importante que el tema del politeísmo o el monoteísmo. En efecto, analizando a Durkheim, pondrá el acento en la importancia de los rituales, como experiencias de lo meta-empírico o como recordatorio vital de experiencias colectivas de sacralidad.

Respecto de la segunda tesis afirma Joas que las experiencias de contingencia positiva, como el entusiasmo extático o la gratitud desbordante, por ejemplo, frente a la belleza de la creación o por la certeza de ser amado son, al menos, tan importantes e, incluso, más importantes, que las raíces psicológicas de miedo que señalaba Hume como origen de la religión. Joas cita una frase de Durkheim de su libro "Las formas elementales de la vida religiosa", dónde escribe que " en la raíz del totemismo los sentimientos de alegría y confianza son más importantes que las de terror o de compresión"4. Esta idea va a contracorriente de gran parte del pensamiento actual en no pocos colectivos no religiosos y entre los particularmente anti - religiosos, y en más de uno y de dos, religiosos, de que el miedo, la angustia, la enfermedad grave, etc., están en el origen del sentimiento religioso. De ahí la importancia de una fenomenología de la experiencia y de la creencia religiosa, cuando tal experiencia prácticamente no existe.

Respecto a la tercera tesis Joas cita los trabajos del gran historiador Peter Brown dónde muestra que, con el culto de los santos en el cristianismo primitivo, no se trataba de una recaída en el paganismo sino una forma de adaptar al cristianismo primitivo, en el culto a los santos en concreto, lo que existía en la antigüedad en las relaciones de patronos y clientes usuales en el orden social de la Antigüedad tardía y que se transfirieron al mundo de los mártires y de los santos5.

Respecto de la cuarta tesis, la que afirma que el monoteísmo es más violento que el politeísmo, Hans Joas presenta varios autores referidos concretamente al mundo asiático, al mundo budista e hinduista, en donde muestra que el politeísmo ha podido ejercer y tener tantas consecuencias violentas como el monoteísmo. Concluye que hay que retener por consecuencia que el monolitismo no parece ser el único en poseer un potencial de violencia y que inversamente el monoteísmo puede estar en el origen de impulsiones esenciales para la idea de la libertad de religión y de una tolerancia fundada religiosamente. Particularmente con el “ethos del amor”, que desarrolla en su libro “la fe como opción”.

Tomás de Aquino

Cabe resaltar esta afirmación de David Hume: "la creencia es un acto qué proviene más de la parte sensitiva de nuestra naturaleza que de la parte cognitiva" (Hume, en la página 183 de su tratado), y añade: "y todos nuestros conocimientos reposan sobre certezas fundamentales, como por ejemplo la existencia de un mundo exterior, para las cuales no tenemos pruebas lógicas. Una creencia cognitiva (y, no religiosa, belief, no faith) de este tipo está en la base de todo actuar práctico, pero también de toda investigación científica". Hans Joas lo remacha escribiendo que "la evidencia subjetiva en la creencia religiosa debe ser concebida esencialmente como una certeza proveniente del sentimiento y no como la aceptación racional de doctrinas"6.

En realidad, me permito añadir, no hay nada nuevo en este planteamiento, aunque se olvida demasiado frecuentemente. Si mi memoria no me falla, esta idea ya estaba en Tomas de Aquino, cuando afirmaba que “no hay nada nuevo en el intelecto que previamente no hubiera pasado por el cedazo de los sentidos” (la cita no es textual). En efecto, a poco que reflexionemos sobre nuestra propia fe, o sobre nuestras creencias, constaremos que lo esencial no está en el cuerpo de doctrinas al cual nos adherimos. La adhesión doctrinal es un momento segundo, aunque, y no siempre para bien, puede convertirse en lo primario y esencial hasta el punto de caer en un fundamentalismo de libro, y con consecuencias nefastas.

Gran parte de la violencia de signo religioso, proviene de una lectura rigorista, fundamentalista, excluyente (“el error no tiene derechos”, se dirá) de las doctrinas. Hume y, tras el Joas, nos muestran que, al comienzo, está el vínculo emocional, sensible, con una experiencia, a la que tildamos de religiosa y, a la que, en un segundo momento, racionalizamos dándole un contenido intelectual. No se entienda este segundo momento como algo radicalmente secundario, menos aún intrascendente. El hombre, la persona humana es un ser racional, al par que emocional y la construcción intelectual que se haga de una primera experiencia, sea o no religiosa, será capital para la acción futura.

Apuntemos también que, para Hume, no hay una interpretación teleológica de la historia como si fuera dirigida hacia un progreso constante. Así la religión cristiana no debiera ser entendida como una progresión hacia la verdadera religión. La concepción histórica de Hume entiende que en la historia hay altos y bajos momentos, a menudo inesperados, salidas no pensadas, consecuencias no imaginadas, retornos y cosas nuevas. No otra cosa piensa el sociólogo Edgar Morin, en citación que no encuentro. Esta idea será central para Joas, una de sus ideas centrales que le permitirán, pasar de la tesis del desencantamiento weberiano a la tesis propia de la sacralidad (sacralidades) reflexivas.

Elzo

La quintaesencia del capítulo sobre Hume, escribe Joas, es que "la historiografía de las religiones como ciencia empírica aparece como algo posible". Es lo que, en realidad, busca con los tres primeros capítulos de su libro “Las fuerzas de lo sagrado”: la aplicación de la ciencia empírica al estudio del fenómeno religioso a lo largo del tempo, en toda la humanidad, aunque subraye, preferentemente, la situación del cristianismo en el mundo occidental.

1 Hans Joas, “Les pouvoirs du sacré. Une alternative au récit du désenchantement”, Seuil 2020, 344 páginas.
2 Hans Joas, La Foi comme option. Possibilités d’avenir du christianisme“. Salvator, 2021, 253 páginas.
3 David Hume, "The Natural History of Religion". (1757). En Oxford University Press 1993.
4 Emile Durkheim, “Les Formes élémentaires de la vie religieuse“ (1912), Paris 1968 PUF, p.320-321
5 Peter Brown, “Les cultes des saints. Son essor et sa fonction dans la chrétienté latine“, Paris 2012 (3a edición), ver páginas 11-69.
6 Hans Joas, “Les pouvoirs du sacré“ o. c. p. 39

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