Uno de los nuevos obispos auxiliares de Santiago de Chile Mons. Carlos Godoy: “Quiero un laicado más maduro, más adulto, con mayor protagonismo”

Mons. Carlos Godoy
Mons. Carlos Godoy

El obispo entiende la sinodalidad como “definir cómo entendemos el ser Iglesia y que nos ayuda a tomar conciencia de nuestra condición de pueblo de Dios… y por lo tanto a todos nos cabe la responsabilidad de construir iglesia”

“Hay laicos que le dicen sí al párroco en todo y eso es lo peor, todo le preguntan y nada se hace sin su consentimiento

“A mí, personalmente, me inspira muchísimo la iglesia que tiene un compromiso con la transformación de la sociedad"

Monseñor Carlos Godoy

Alguien que creció en la periferia y en tiempos de dictadura se encantó por “una iglesia profética, capaz de animar a sus laicos, y vivenciar un compromiso más concreto con la fe”. Así se presenta Mons. Carlos Godoy, uno de los nuevos obispos auxiliares de Santiago de Chile, nombrado por el Papa Francisco el pasado 22 de junio.

En su entrevista a Aníbal Pastor, publicada en Kairosnews, va relatando su historia de vida, no siempre fácil, condicionada por la muerte de su padre cuando tenía 15 años, lo que le llevó a tener que trabajar desde joven para ayudar a su madre. Hijo único, cuenta la satisfacción que supone para su madre el ser sacerdote y todavía más el ser obispo.

Sin embrago, él mismo no lo ve así, pues entiende que “el episcopado es un servicio al pueblo de Dios”, insistiendo en que “me gusta mucho la imagen circular más que la piramidal”, que según el prelado “refleja mejor al pueblo de Dios”. En la Iglesia, “los sacerdotes estamos al servicio del pueblo de Dios y no entiendo el ministerio sino orientado a servir al sacerdocio común de los fieles”, insiste.

Sinodalidad

Frente a esa actitud de servicio, que ve necesaria también en los obispos, reconoce que “el poder es complejo y seductor. Lamentablemente no siempre estamos tan preparados interiormente para lidiar con el poder”, lo que exige mucha oración para no dejarse seducir por el poder.

Como obispo auxiliar asumirá la pastoral arquidiocesana, que vive un tiempo de escucha, un proceso participativo. Mons. Carlos Godoy afirma que a este proceso que se estaba llevando a cabo en la Arquidiócesis de Santiago de Chile, se sumó la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, pues “son dos modos de un mismo objetivo”, un camino que lleva a concretar la sinodalidad.

El obispo entiende la sinodalidad como “definir cómo entendemos el ser Iglesia y que nos ayuda a tomar conciencia de nuestra condición de pueblo de Dios… y por lo tanto a todos nos cabe la responsabilidad de construir iglesia”. Por eso, ve necesario examinar la actual estructura eclesial, comenzando por el consejo presbiteral y siguiendo por el consejo pastoral. Sin embargo, reconoce que “aunque en las parroquias exista un consejo pastoral integrado por el laicado, el clericalismo es muy fuerte y muchas veces lo acentúa”.

Asamblea Eclesial

Ese clericalismo también está presente en los laicos, “hay laicos que le dicen sí al párroco en todo y eso es lo peor, todo le preguntan y nada se hace sin su consentimiento”. Frente a eso, afirma que “el laicado es muy importante y aportan toda una experiencia de compromiso apostólico en nuestras parroquias. Por eso quiero un laicado cada vez más maduro, más adulto, con mayor protagonismo”.

Mirando la historia de la Arquidiócesis, relata lo ocurrido en los años previos al Vaticano II, cuando “la Iglesia fue muy profética en ese tiempo”. Ejemplo de eso fue el impulso de la Reforma Agraria, lo que le lleva a afirmar que “a mí, personalmente, me inspira muchísimo la iglesia que tiene un compromiso con la transformación de la sociedad, pero soy consciente que son tiempos distintos, donde la incidencia en la vida social tiene que ser de una forma diferente, quizá no tanto desde la cúpula eclesiástica o desde el poder”.

Mons. Godoy defiende el trabajo en las bases, en los territorios, aquello que lleve a “colaborar desde nuestra identidad en la construcción de una humanidad, en la construcción de la paz y no pedir incidencia a la Iglesia”. En ese sentido, ante la nueva Constitución, dice que la Iglesia debería haber aportado un poco más, esperando que salga adelante una Constitución Política transparente.

Sinodalidad

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