Vivir en la Amazonía nos ayuda a comprender la importancia que tiene para el mundo, a defenderla, a decir claramente que no puede ser explotada. Al celebrar el Día de la Amazonía este 5 de septiembre, Mons. Leonardo Steiner, en la Eucaristía celebrada a orillas del Río Negro, invitaba a llevar a la celebración todos los elementos que forman parte de la Amazonía.

El arzobispo de Manaos, que denunció que "no tratamos a la Amazonía como tierra de Dios, como creación, como criatura de Dios", invitó a los presentes en el Puerto de San Raimundo de Manaos y a los que seguían la celebración a través de las redes sociales a cuestionarse.

Mons. Steiner les invitó a preguntarse: "¿Cómo estamos escuchando la realidad de la Amazonía? ¿Qué palabras, qué actitudes tenemos hacia nuestra Amazonía?” El obispo se preguntó sobre la capacidad de los seres humanos de respetar, de escuchar la belleza de la Amazonía, pero también el sufrimiento, la destrucción, la dominación cada vez mayor en relación con la Amazonía.

Son situaciones en las que estamos llamados a tener una palabra, a no quedarnos callados, a decir lo que "realmente despierta a las personas a un mayor cuidado, para que nuestra Amazonía no sólo se preserve, sino que se convierta en un hogar, en un lugar", insistió el arzobispo de Manaos. También llamó a escuchar la realidad ecológica, algo que pide el Papa Francisco, a "escuchar la belleza que existe en la naturaleza", sus sonidos y su belleza. Pero también las culturas, la diversidad cultural, sin querer imponer otras culturas.

Esta escucha debe dirigirse también a las aflicciones de los pueblos de la Amazonía, de los pueblos indígenas, también "de aquellos pueblos que no quieren el contacto con nosotros o que quieren preservar su identidad y su propia cultura". Una escucha que debe llevar a dar importancia a "la diversidad social, las dificultades sociales, la diversidad ecológica, la diversidad de culturas".

Esta escucha debe estar presente también en la Iglesia, según Mons. Leonardo Steiner, preguntándose si "escuchamos la realidad de nuestra Iglesia que está en la Amazonía, ¿somos capaces de escuchar la diversidad de culturas y tratar de insertar dentro de la vida de la Iglesia estos ministerios, esta verdadera espiritualidad y cultura?” El arzobispo pidió escuchar "para poder integrar, tener palabras de integración, palabras de esperanza, palabras de comunión, palabras de fraternidad", y evitar formar parte de aquellas personas "que ayudan a destruir cada vez más la Amazonía y a desfavorecerla".

En sus palabras, el arzobispo de Manaos invitó a "ser personas que con palabras y acciones se preocupen realmente por la Amazonía, sepan hablar de la Amazonía, sepan poetizar en la Amazonía y, por poetizar, usen la palabra, defiendan la Amazonía y vivan cada vez mejor en la Amazonía".

Tras "agradecer a Dios por nuestra Amazonía", y por su diversidad, el Mons. Leonardo pidió "la gracia de cumplir los sueños del Papa Francisco para nuestra Amazonía". Hablando del sueño social, lamentó "cuánta pobreza, cuánta injusticia, cuánta matanza, cuánta destrucción, todo por culpa del dinero, del lucro". El arzobispo de Manaos se mostró agradecido al hablar del sueño cultural, por las culturas, los gestos, las danzas, los cantos, las poesías, realidades siempre presentes en una Amazonía con gran diversidad y riqueza cultural.

"Admirar nuestra naturaleza, alabar con nuestra naturaleza, que todas las criaturas sean tratadas como hermanos, como hermanas, y no como posesión y dominación", ayuda a hacer realidad el sueño ecológico, reflexionó Mons. Leonardo Steiner. También quiso mostrar la realidad el sueño eclesial, en la llamada a "ser una Iglesia testigo, profética, misericordiosa, consoladora, presente, signo del Reino de Dios". Sueños que poco a poco estamos llamados a hacer realidad, pero para ello necesitamos remar juntos. ¿Estamos dispuestos a hacerlo?