Mensaje papal para la Campaña de la Fraternidad Papa Francisco llama a los brasileños a "una educación que promueva la fraternidad universal y el humanismo integral"

Papa Francisco
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La educación es "fundamental para valorar al ser humano en su totalidad, evitar la ‘cultura del descarte’ -que sitúa a los más vulnerables al margen de la sociedad- y despertar la importancia del cuidado de la creación"

Que la educación "se convierta en causa de gran esperanza en toda comunidad eclesial y de renovación efectiva en las escuelas y universidades católicas"

Reflexionar sobre la educación, que "es tan importante en nuestras vidas", como algo que "nos introduce en la vida", que nos ayuda a descubrir "los valores que dan dirección a nuestras vidas", para ir percibiendo "cuáles son las dimensiones mayores necesarias para poder vivir y vivir con dignidad, justicia, amor y paz"

Campaña de la Fraternidad

El Papa Francisco envió un mensaje a la Iglesia de Brasil este Miércoles de Ceniza en el que reflexiona sobre la importancia de la Campaña de la Fraternidad, algo que acompaña la vida el camino cuaresmal de los brasileños desde 1964, que este año tiene como tema: "Fraternidad y Educación".

En el mensaje, el Santo Padre invita a reflexionar sobre la relación entre la Fraternidad y la Educación, que considera "fundamental para valorar al ser humano en su totalidad, evitar la ‘cultura del descarte’ -que sitúa a los más vulnerables al margen de la sociedad- y despertar la importancia del cuidado de la creación".

El Santo Padre advierte de la "urgencia de adoptar acciones transformadoras en el ámbito educativo para que tengamos una educación que promueva la fraternidad universal y el humanismo integral". El Papa Francisco recordó sus palabras en la invitación a un Pacto Educativo Global, donde dice que "Nunca, como ahora, ha sido necesario unir esfuerzos en una amplia alianza educativa para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contrastes y reconstruir el tejido de relaciones hacia una humanidad más fraterna".

En sus palabras, el Papa llama a "reconocer y valorar la importante misión de la Iglesia en el ámbito educativo", algo que debe ir de la mano de la "responsabilidad de los gobiernos en la tarea de ayudar a las familias en la educación de sus hijos, garantizando el acceso a la escuela para todos". En este sentido, insiste en que: "Las religiones siempre han tenido una estrecha relación con la educación, acompañando las actividades religiosas con las educativas, escolares y académicas. Como en el pasado, también hoy queremos, con la sabiduría y la humanidad de nuestras tradiciones religiosas, ser el estímulo de una renovada acción educativa que pueda hacer crecer la fraternidad universal en el mundo".

Campaña de la Fraternidad en Manaos

Que la educación "se convierta en causa de gran esperanza en toda comunidad eclesial y de renovación efectiva en las escuelas y universidades católicas", es el deseo del Papa Francisco para la Iglesia de Brasil en esta Cuaresma, "teniendo a Cristo como modelo de su proyecto pedagógico, transmitan la sabiduría educando con amor, convirtiéndose así en modelos de esta formación integral para otras instituciones educativas".

También insiste en la verdadera conversión que debe nacer de la reflexión propuesta por la Iglesia de Brasil para esta Cuaresma, y al mismo tiempo, "que las semillas sembradas en este camino encuentren en el corazón de los fieles la tierra buena donde fructificar en acciones concretas a favor de una educación integral y de calidad".

Finalmente, confía la Campaña de la Fraternidad al cuidado de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, dando la Bendición Apostólica "a todos los hijos e hijas de la querida nación brasileña, especialmente a los que se comprometen con una educación más fraterna", terminando su mensaje con su ya conocida petición de que "sigan rezando por mí".

Campaña de la Fraternidad Manaos

La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil y muchas Iglesias particulares han celebrado este Miércoles de Ceniza la inauguración de la Campaña, que quiere promover el diálogo desde la realidad educativa de Brasil a la luz de la fe cristiana, buscando caminos de humanismo integral y solidaridad, haciendo un llamamiento a ver la educación como "servicio indispensable a la vida".

En la Arquidiócesis de Manaos, Mons. Leonardo Steiner, definió la Cuaresma como un tiempo de transformación, de conversión, de ayuno, de limosna, de oración, como un tiempo para reflexionar sobre la educación, que "es tan importante en nuestras vidas", como algo que "nos introduce en la vida", que nos ayuda a descubrir "los valores que dan dirección a nuestras vidas", para ir percibiendo "cuáles son las dimensiones mayores necesarias para poder vivir y vivir con dignidad, justicia, amor y paz".

El arzobispo de Manaos hizo referencia a la educación en la fe, a despertar a las relaciones profundas, necesarias y satisfactorias. Subrayó que "toda educación quiere ser el camino de la dignificación, de la transformación, el camino de la fraternidad, del amor, de la justicia y de la paz". Por ello, llamó a las comunidades y a las escuelas a reflexionar sobre la Campaña de la Fraternidad, a generar espacios para "una educación humana, no sólo informadora, sino transformadora, una educación que nos lleve a ser más personas, más humanos". También para reflexionar sobre el abandono de la educación actual, especialmente la pública.

Abertura Campaña de la Fraternidad en Manaos

Texto completo del Mensaje del Papa Francisco:

Queridos hermanos y hermanas de Brasil

Al iniciar el camino cuaresmal de conversión hacia la celebración del Misterio Pascual de Cristo, nos disponemos a escuchar la llamada de Dios que quiere conducirnos, a través de las prácticas penitenciales del ayuno, la limosna y la oración, a un encuentro personal y renovador con el Resucitado, en quien tenemos la verdadera vida y del que debemos ser fieles testigos.

Para ayudar a los fieles en este camino de encuentro, la Iglesia en Brasil, en la Campaña de la Fraternidad de este año, propone para la reflexión el importante tema de la relación entre "Fraternidad y Educación", fundamental para la valorización del ser humano en su totalidad, evitando la "cultura del descarte" -que coloca a los más vulnerables en los márgenes de la sociedad- y despertando la importancia del cuidado de la creación.

De hecho, mirando a la sociedad actual, es muy evidente la necesidad urgente de adoptar acciones transformadoras en el ámbito educativo para tener una educación que promueva la fraternidad universal y el humanismo integral, como se recuerda en la invitación a un Pacto Educativo Global: "Nunca antes había sido necesario unir fuerzas en una amplia alianza educativa para formar personas maduras capaces de superar la fragmentación y el contraste y reconstruir el tejido de relaciones para construir una humanidad más fraterna" (Mensaje, 12/09/19).

A la vez que se reconoce y valora la responsabilidad de los gobiernos en la tarea de ayudar a las familias en la educación de sus hijos, garantizando el acceso a la escuela para todos, también debe reconocerse y valorarse la importante misión de la Iglesia en el ámbito educativo: "Las religiones siempre han tenido una estrecha relación con la educación, acompañando las actividades religiosas con las educativas, escolares y académicas. Como en el pasado, también hoy queremos, con la sabiduría y la humanidad de nuestras tradiciones religiosas, ser el estímulo de una renovada acción educativa que pueda hacer crecer la fraternidad universal en el mundo" (Discurso, 5/10/21).

Deseo de todo corazón que la elección del tema "Fraternidad y Educación" sea motivo de gran esperanza en toda comunidad eclesial y de renovación efectiva en las escuelas y universidades católicas, para que, tomando a Cristo como modelo de su proyecto pedagógico, transmitan la sabiduría educando con amor, convirtiéndose así en modelos de esta formación integral para otras instituciones educativas.

Deseo también, queridos hermanos y hermanas, que el camino cuaresmal, iluminado por la reflexión propuesta, sea ocasión de verdadera conversión y que las semillas sembradas a lo largo de este camino encuentren en el corazón de los fieles la tierra buena donde fructificar en acciones concretas a favor de una educación integral y de calidad.

Confiando estos deseos al cuidado de Nuestra Señora de Aparecida y como prenda de abundantes gracias celestiales para ayudar a las iniciativas nacidas de la Campaña de la Fraternidad, imparto con gusto la Bendición Apostólica a todos los hijos e hijas de la querida nación brasileña, especialmente a los que están comprometidos con una educación más fraterna, pidiéndoles que sigan rezando por mí.

Roma, San Juan de Letrán, 10 de enero de 2022.

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