Es un acto de solidaridad, de esperanza y de compromiso Ante las 500 mil víctimas del Covid-19 los obispos llaman a que cada brasileño “se detenga, piense y reflexione”

Cementerio en Manaos
Cementerio en Manaos

La Iglesia católica ha sido una de las entidades que más se han empeñado en el combate de las consecuencias de la pandemia y en la exigencia de vacuna para todos

Todas las personas que, de alguna manera, tienen un mínimo de sensibilidad en su corazón deberían detenerse en este momento para reflexionar

“Es un número simbólico que nos afecta. Estos giros matemáticos nos afectan mucho, medio millón de personas es mucha gente”

Covid-19 en Manaos

Las consecuencias de la pandemia del Covid-19 en Brasil están siendo de extrema gravedad. Diferentes factores han hecho con que en los próximos días se supere la lamentable cifra de 500 mil víctimas de la pandemia.

Lo más grave es que quien debería esforzarse en contener los efectos negativos se ha convertido en el mayor negacionista y propagador de una situación que debe prolongarse durante mucho tiempo en el país. Los continuos encuentros promovidos por el presidente Bolsonaro con sus seguidores, donde las aglomeraciones y la falta de uso de mascarillas es algo común, junto con declaraciones que muestran poca preocupación con lo que está pasando, son una prueba de lo que poco que le interesa que el país esté instalado en un verdadero caos.

Ante esta situación, marcada por el luto y el sentimiento de pérdida, la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), quiere manifestar la necesaria esperanza y consuelo. Por ese motivo está preparando oraciones, homenajes y movilizaciones sociales para recordar a tantos brasileños que se han ido y para enfatizar el mensaje de que “cada vida importa”.

No podemos olvidar que la Iglesia católica ha sido una de las entidades que más se han empeñado en el combate de las consecuencias de la pandemia y en la exigencia de vacuna para todos. A las campañas sanitarias, principalmente para conseguir oxígeno y respiradores, se ha unido en estas últimas semanas, como ya hizo en 2020, una campaña de recogida de alimentos que ayude a paliar los efectos del hambre, en un país donde más de 125 millones de personas no tienen garantizado el sustento de cada día.

Dom Joel Portella

Ante la llegada a los 500 mil muertos como consecuencia de la pandemia del Covid-19, serán realizados diferentes materiales para compartir en las redes sociales y un vídeo con una oración que se emitirá en las televisiones de inspiración católica. Junto con eso, se ha programado una misa para el sábado 19 de junio, y se invitará a todas las diócesis a tocar las campanas a las 15 horas durante la Hora de la Misericordia.

En palabras del secretario general de la CNBB, la iniciativa, que cuenta con el apoyo de otras entidades, “es un acto de solidaridad, de esperanza y de compromiso para tratar de hacer de Brasil un país un poco mejor”. Mons. Joel Portella Amado cree que todas las personas que, de alguna manera, tienen un mínimo de sensibilidad en su corazón deberían detenerse en este momento para reflexionar.

“Es un número simbólico que nos afecta. Estos giros matemáticos nos afectan mucho, medio millón de personas es mucha gente”, según el obispo auxiliar de la Archidiócesis de Rio de Janeiro.

A lo largo de esta semana, la Iglesia brasileña, a través de diferentes momentos de oración y diversas manifestaciones, quiere ser, según el secretario de la CNBB, “un gesto de presencia con el pueblo brasileño y de solidaridad con todas las personas que han muerto por el Covid-19”. En sus palabras, Mons. Joel Portella dice tener un recuerdo especial para las víctimas del Covid-19, “en alguna situación de no asistencia, con retrasos en la vacunación, no insistiendo en las medidas sanitarias: distanciamiento, máscarillas y similares”.

Este momento, en que la Iglesia brasileña invita a la oración, es una oportunidad para que, en palabras del obispo auxiliar de Rio de Janeiro “todo el mundo, independientemente de lo que crea o no crea, se detenga, piense y reflexione”.

Covid-19 en Brasil

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