Estoy leyendo un trabajo sobre Bioética de Van Rensselaer Potter, (1911-2011), doctor en bioquímica y consagrado a la investigación, que lanzó en 1971 su primer libro sobre bioética.
Es admirable como este hombre dedicado a la investigación, tiene un respeto tan alto de la dignidad humana. El objetivo de la bioética, dice, tiene como búsqueda principal engendrar “verdaderos creyentes” capaces de percibir las necesidades del futuro y cambiar la orientación actual de nuestra cultura y que puedan influir en los gobiernos en el ámbito local y global para conseguir el control de la fertilidad humana, la protección de la dignidad humana y la preservación y restauración del medio ambiente.
Para muchos Potter pasó como un utópico, su pensamiento parecía demasiado ambicioso. En un momento en que se vive la fragmentación de las ciencias, él desvela la necesidad de buscar la unidad de las ciencias de la naturaleza y del espíritu y lanzó su Credo Bioético Personal:
1. Acto de fe: Acepto la necesidad de una acción inmediata que remedie un mundo en crisis. Compromiso: Me comprometo a trabajar con otros para mejorar la formulación de mis creencias, desarrollar otros credos adicionales y unirme a un movimiento mundial que haga posibles la supervivencia y un desarrollo más provechoso de la humanidad en armonía con el medio ambiente natural. 2. Acto de fe: Acepto que la supervivencia y el desarrollo futuros de la humanidad, tanto a nivel cultural como biológico, están fuertemente condicionados por las actividades y programas actuales del hombre. Compromiso: Procuraré vivir mi propia vida, e influir en la de los demás, de manera que promueva el desarrollo de un mundo mejor para las futuras generaciones de la humanidad, y procuraré evitar las acciones que pongan en peligro su futuro. 3. Acto de fe: Acepto el carácter único de cada individuo y su instintiva necesidad de contribuir al establecimiento de una sociedad mejor de una forma que sea compatible con las necesidades a largo plazo de la sociedad. Compromiso: Procuraré escuchar los puntos de vista razonados de otros, sean ellos mayoría o minoría; y reconoceré el papel del compromiso emocional para producir acciones eficaces. 4. Acto de fe: Acepto el carácter inevitable de ciertos sufrimientos humanos que resultan forzosamente del desorden natural en los seres vivos y en el mundo físico, pero no acepto pasivamente el sufrimiento que provenga del comportamiento inhumano del hombre hacia el hombre. Compromiso: Procuraré hacer frente a mis propios problemas con dignidad y coraje, ayudar a mis semejantes cuando se sientan afligidos y trabajaré con el objetivo de eliminar el sufrimiento inútil que padece el conjunto de la humanidad 5. Acto de fe: Acepto el carácter definitivo de la muerte, como parte necesaria de la vida. Afirmo mi veneración por la vida, mi creencia en la fraternidad de todos los hombres y mi creencia en que tengo una obligación hacia las futuras generaciones humanas.
Lástima que actualmente no se tengan en cuenta muchos de los enunciados de este credo.Nuestro mundo iría mejor.Texto: Hna. María Nuria Gaza.