Francisco envía un mensaje a los obispos europeos reunidos en Compostela "Europa podrá crecer como una familia de pueblos, tierra de paz y de esperanza"

Mensaje papal a los obispos reunidos en Compostela
Mensaje papal a los obispos reunidos en Compostela

El Papa anima a los obispos a "ver los signos de esperanza" en el Viejo Continente

"No se trata de representar esquemas del pasado, sino de dejarnos guiar por el Espíritu del Señor para proponer la alegría que emana del Evangelio a los hombres y a las mujeres que encontramos en nuestro ministerio cotidiano"

"Europa podrá crecer como una familia de pueblos, tierra de paz y de esperanza". El Papa Francisco ha enviado un mensaje a los participantes de la Asamblea Plenaria anual del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa.
Haciendo uso del lema “Europa, ¿hora de despertar? Los signos de esperanza”, Bergoglio recordó a los obispos que "es una importante provocación para reflexionar sobre los caminos que se pueden seguir para dar nuevamente la esperanza a Europa". Y hacerlo desde la tumba de Santiago, "que desde tiempos inmemoriales ha sido el destino de muchos peregrinos de toda Europa, quienes ponen sus aflicciones, súplicas y esperanzas en las manos del Apóstol".

Una rica tradición religiosa y cultural

"Es, por lo tanto, un lugar altamente simbólico para redescubrir la gran riqueza de Europa unida en su tradición religiosa y cultural, pero tan marcada por las múltiples peculiaridades que conforman su riqueza", añade el Papa destacando que Europa entera se ha encontrado a sí misma alrededor de la memoria de Santiago, en los mismos siglos en los que se edificaba como un continente homogéneo y unido espiritualmente.

En su mensaje, Francisco anima a los obispos a ver los "signos de esperanza" que, pese a todo, surcan el Viejo Continente.

"Hay muchos de ellos, con frecuencia escondidos y a menudo tendemos a no darnos cuenta. Los vemos a partir de la preocupación de muchos de nuestros hermanos por los que sufren y tienen necesidades, especialmente los enfermos, los presos, los pobres, los migrantes y los refugiados; como también en el compromiso en campo cultural, especialmente en la educación de los más jóvenes, que son el futuro de Europa"

Del mismo modo, Francisco pidió a los episcopados europeos "un compromiso de caridad. Este es el camino principal de la vida del cristiano", tal y como se explica en Mateo 25. Con la caridad y dando testimonio de fe, sabiendo que ésta "no se transmite a través del proselitismo, sino a través de la atracción, es decir, a través del testimonio".

"No se trata de representar esquemas del pasado, sino de dejarnos guiar por el Espíritu del Señor para proponer la alegría que emana del Evangelio a los hombres y a las mujeres que encontramos en nuestro ministerio cotidiano", asegura el Papa, poniendo como ejemplo a Santa Brígida de Suecia, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein).

"Juntas nos muestran la caridad vivida en la familia, fundamento de toda sociedad humana, y como servicio al prójimo en la verdad y en el sacrificio. Sus gestos sencillos están plenos de esperanza, pues están plenos de ese amor que mueve el sol y otras estrellas y que nos hace plenamente humanos"

"Que en la fidelidad a Su Señor y a las propias raíces, no falte el pueblo de Dios que trabaja por un nuevo humanismo europeo, capaz de dialogar, integrar y de generar, valorizando al mismo tiempo lo que es más valioso para la tradición del continente: la defensa de la vida y de la dignidad humanas, la promoción de la familia y el respeto de los derechos fundamentales de la persona. A través de este compromiso, Europa podrá crecer como una familia de pueblos, tierra de paz y de esperanza", concluye Francisco.

Los obispos europeos, en Compostela
Los obispos europeos, en Compostela

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