Resistió a los nazis y comunistas en Checoslovaquia Los restos del cardenal Josef Beran vuelven a Praga
Las campanas de la archidiócesis de Praga sonaron este viernes cuando llegó el féretro del cardenal checo Josef Beran, perseguido por los nazis y los comunistas y fallecido en 1969 en el exilio en Roma, que fue enterrado en su patria conforme a su última voluntad.
Josef Beran (1888-1969) -figura emblemática de la Iglesia católica checa, cuyo proceso de beatificación comenzó en 1998- fue el único checo enterrado en la basílica de San Pedro.
"El Papa Francisco autorizó el traslado de sus restos desde la cripta de la basílica de San Pedro a la catedral de San Vito del castillo de Praga", indicó el arzobispado de Praga en un comunicado.
El arzobispo de Praga, cardenal Dominik Duka, ofició en la Catedral de San Vito, en el Castillo de Praga, una misa en honor a San Adalberto, uno de los patronos de las Tierras Checas, con quien suele ser comparado el cardenal Josef Beran. Duka recordó la última misa que Beran había celebrado en 1949 en la Catedral de San Vito. El arzobispo de Praga mencionó a la vez que la República Checa se encuentra actualmente en una nueva encrucijada histórica y criticó la participación del presidente de la República, Miloš Zeman, en un congreso de comunistas.
Hasta el lunes los creyentes pueden venir a despedirse de Josef Beran a la catedral. Ese día, a las seis de la tarde los restos mortales del cardenal checo serán depositados en un sarcófago, que será situado en la capilla de Santa Inés de Bohemia, en la Catedral de San Vito.
Nacido en Plzen, República Checa, Beran fue ordenado sacerdote en 1911 y nombrado arzobispo de Praga en 1946 por el papa Pío XII, el prelado checo rechazó plegarse al nuevo régimen comunista llegado al poder en febrero de 1948.
(RD/Agencias)