Nunca había seguido la transmisión del Tour de Francia con tanto interés como las dos primeras etapas que han discurrido por tierras del País Vasco en la edición de este año.

Además de disfrutar de las imágenes aéreas de pueblos y ciudades he reparado en un pequeño detalle: la organización se ha preocupado por conocer los nombres de las iglesias de ciudades y pueblos por los que discurre la serpiente multicolor. Además de otras edificaciones destacadas lo que no ha faltado en ninguna localidad es la referencia a la parroquia o a las ermitas que salpican el recorrido de la vuelta gala. 

Me ha resultado curioso no solo que la cámara del helicóptero le dedique unos hermosos planos a cada templo sino que se hayan preocupado de rotular en pantalla el nombre del o la titular de cada iglesia. 

En Francia el patrimonio religioso por lo general es propiedad del Estado y un convenio con las Iglesias permite su habitual uso para el culto y su posible uso para fines culturales. Quizá eso les mueva a poner en valor cada iglesia y ermita del territorio francés, y en la retransmisión del Tour se ha mantenido ese mismo criterio en otras tierras.

Tampoco es de extrañar que las iglesias concentren el interés en un sobrevuelo a vista de pájaro, al fin y al cabo son edificios inmensos y que destacan por sus torres en cualquier postal. 

Las vistas aéreas por otro lado aportan una perspectiva poco habitual de esos templos, aunque desde la aparición de los drones ya resulta más fácil obtener estas imágenes cenitales.

También reparé que alguna de las parroquias se sumó al recibimiento del pelotón con un repicar de campanas que las mismas imágenes nos permitía ver. 

Sin más, quería compartir este detalle que ha llamado mi atención y que me ha hecho seguir la retransmisión de esta hermosa competición deportiva con un interés añadido.