(José Ignacio González Faus).- En tiempos de pederastias clericales y morbos afines ¿puede un pobre diablo pecador y jesuita ofrecer su testimonio sobre el tema del celibato? Lo Intentaré, amparándome en testimonios más añejos que el mío.
1. Pere Casaldáliga, en un famoso soneto a muchachos que se preparaban para el ministerio eclesial, les decía: "será una paz armada compañeros / será toda la vida esta batalla / que el cráter de la carne sólo calla / cuando la muerte acalla sus braseros". Un chaval que leyó el poema me comentaba ingenuamente: "no pensé que Casaldáliga tuviera tanta experiencia de eso". Y el soneto del obispo continúa: "no es que dejéis el corazón sin bodas / habréis de amarlo todo, todos, todas / discípulos de Aquél que amó primero".
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