Dos cartas, en la antesala del Sínodo Mensaje de esperanza para los separados y divorciados vueltos a casar

(Marco A. Velásquez, en RyL).- A buena hora surge la iniciativa de reputados teólogos que han escrito una carta pública al papa Francisco, con la que buscan ampliar la mirada de la Iglesia frente al rigor de algunos que insisten en negar, sistemáticamente, la sagrada comunión a las personas separadas y divorciadas vueltas a casar. Piden al papa que "por amor a Jesús seamos todos fieles al Espíritu del evangelio" y recuerdan que el Concilio de Trento dejó abierta la puerta para que personas en tal condición puedan acceder a la comunión sacramental. Consecuentemente afirman que se trata de una cuestión pastoral más que dogmática.

Así como el cardenal Walter Kasper despertó la euforia del mismo papa en el consistorio de febrero de 2014, por sugerir un camino de retorno a la comunión sacramental para los divorciados vueltos a casar mediante un itinerario penitencial; la misiva de los teólogos es una luz de esperanza que alimenta el hambre de comunión, no sólo de los excluidos del sacramento, sino de gran parte del Pueblo de Dios.

De este modo, la teología muestra toda su potencia servidora, iluminando con argumentos y con evidencia histórica que el matrimonio cristiano, bajo la actual concepción sacramental, se fue configurando como tal a partir del siglo XI, ya que en los primeros diez siglos del cristianismo el divorcio era una práctica aceptada por la Iglesia (José María Castillo, El papa puede admitir a la eucaristía a los divorciados vueltos a casar, Agosto de 2015, Religión Digital / Reflexión y Liberación).

Es la teología que, al decir del papa en el consistorio, se arrodilla para ayudar a saciar el hambre de Dios que tantos viven en el presente; y que, junto con acercar el pan eucarístico, contribuye a fortalecer la comunión eclesial, porque la exclusión del sacramento provoca irremediablemente una grave herida a la comunión y a la unidad de toda la Iglesia.

Cuando falta poco menos de dos meses para la celebración de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que abordará "Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización", aparecen estas señales como renuevos de lo que puede llegar a ser un tiempo de gracia para la Iglesia.

De esta manera, dos cartas muy distintas, dirigidas al papa, marcan la antesala del sínodo.

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