Frente a la resignación: Conferencia Raising Hope for Climate Justice "Volver al corazón" para defender la naturaleza y a las personas

"La histórica conferencia 'Raising Hope for Climate Justice' celebrada en Castel Gandolfo del 1 al 3 de octubre de 2025, reunió a activistas medioambientales, líderes indígenas y miembros de la Iglesia"
"El papa León XIV pronunció un discurso profundamente conmovedor, destacó el impacto tangible de las enseñanzas de Francisco y e hizo una profunda contribución al aportar una reflexión ecológica más profunda en este principio 'Redire ad cor' de San Agustín
"El corazón es el lugar donde la realidad externa tiene mayor impacto, donde se lleva a cabo la búsqueda más profunda, donde se descubren los deseos más auténticos, donde se encuentra la identidad última de cada uno y donde se toman las decisiones"
"Por lo tanto, una conversión ecológica eficaz requiere un cambio hacia el corazón, que se considera el auténtico lugar del impacto, la decisión y el verdadero yo, más allá de la mera razón o el discurso intelectual"
"El corazón es el lugar donde la realidad externa tiene mayor impacto, donde se lleva a cabo la búsqueda más profunda, donde se descubren los deseos más auténticos, donde se encuentra la identidad última de cada uno y donde se toman las decisiones"
"Por lo tanto, una conversión ecológica eficaz requiere un cambio hacia el corazón, que se considera el auténtico lugar del impacto, la decisión y el verdadero yo, más allá de la mera razón o el discurso intelectual"
| Tagoy Jakosalem, agustino recoleto
La histórica conferencia «Raising Hope for Climate Justice» (Alimentar la esperanza por la justicia climática), celebrada en Castel Gandolfo del 1 al 3 de octubre de 2025, reunió a activistas medioambientales, líderes indígenas y miembros de la Iglesia para celebrar el décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco y servir como colofón adecuado a la Temporada de la Creación en la festividad de San Francisco de Asís.
El papa León XIV pronunció un discurso profundamente conmovedor ante los participantes en la conferencia, en el que expresó su gratitud por el legado perdurable de su predecesor, el papa Francisco, y subrayó la urgencia espiritual de la crisis ecológica. Destacó el impacto tangible de las enseñanzas de Francisco, afirmando que la encíclica «ha movido a muchas diócesis e institutos religiosos a tomar medidas para cuidar nuestra casa común, contribuyendo una vez más a dar prioridad a los pobres y marginados en el proceso».
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A continuación, el papa León afirmó con fuerza la continua relevancia del documento: «¡Demos gracias a nuestro Padre celestial por este regalo que hemos heredado del papa Francisco! Los retos identificados en Laudato Si' son, de hecho, aún más relevantes hoy que hace diez años. Estos retos son de naturaleza social y política, pero ante todo de naturaleza espiritual: exigen una conversión». Este mensaje destaca que el mandato ecológico es inseparable de la justicia social y, en última instancia, requiere una conversión espiritual fundamental —un cambio de corazón— para afrontar eficazmente la crisis cada vez más profunda.

"El corazón es el lugar donde la realidad externa tiene mayor impacto"
El papa León XIV reforzó el compromiso ecológico continuo de la Iglesia haciéndose eco del llamamiento espiritual de san Agustín: «Vuelve a tu corazón...» (Confesiones 4.12.18). Afirma: «Además de difundir el mensaje de la encíclica, ahora es más importante que nunca volver al corazón. En las Escrituras, el corazón no es solo el centro de los sentimientos y las emociones, sino el lugar de la libertad. Aunque el corazón incluye la razón, la trasciende y la transforma, influyendo e integrando todos los aspectos de la persona y sus relaciones fundamentales. El corazón es el lugar donde la realidad externa tiene mayor impacto, donde se lleva a cabo la búsqueda más profunda, donde se descubren los deseos más auténticos, donde se encuentra la identidad última de cada uno y donde se toman las decisiones. Solo volviendo al corazón puede tener lugar una verdadera conversión ecológica». Por lo tanto, una conversión ecológica eficaz requiere un cambio hacia el corazón, que se considera el auténtico lugar del impacto, la decisión y el verdadero yo, más allá de la mera razón o el discurso intelectual. Este cambio es profundo e influye en todos los aspectos de la vida y las relaciones de una persona.
El Papa hace una profunda contribución al aportar una reflexión ecológica más profunda en este principio «Redire ad cor» de San Agustín: «La necesidad fundamental es una transformación que pase de la simple recopilación de datos o la participación en conversaciones sobre el medio ambiente a un proceso activo de cuidado que remodele fundamentalmente los estilos de vida tanto personales como comunitarios. Es aquí donde la realidad externa nos afecta profundamente, impulsándonos a tomar las decisiones fundamentales necesarias para un cambio genuino».
Las declaraciones conjuntas de la Dra. Lorna Gold y el cardenal Jaime Spengler de Brasil subrayan profundamente que el desafío ecológico del papa León XIV no es solo un llamamiento a la comprensión intelectual o al debate político, sino una llamada urgente a una transformación profunda y existencial.
La Dra. Gold, en representación del Movimiento Laudato Si’, interpreta el «cambio hacia el corazón» como una invitación a superar la desesperación y la inercia medioambientales. Este llamamiento a vivir con propósito, abrazar la esperanza y actuar con valentía subraya que el compromiso ecológico genuino debe originarse en el núcleo del ser de una persona —la sede de la convicción moral— para lograr un cambio real en el mundo. Se trata de una conversión personal que potencia la acción frente a la resignación.

Del mismo modo, el cardenal Spengler eleva la urgencia al vincular esta conversión con una severa advertencia: «Sin conversión ecológica no habrá futuro». Esta declaración introduce una alarma ecológica profundamente arraigada, subrayando que la supervivencia sistémica depende de este cambio fundamental en la perspectiva y la acción. Su desafío, «Seamos semillas del nuevo futuro», sirve como un mandato directo y esperanzador. Exhorta a todos los participantes a ser los iniciadores del cambio necesario, encarnando la esperanza y el propósito que destaca el Dr. Gold, y sembrando activamente las prácticas que conducirán a un mundo sostenible y justo. Juntas, sus interpretaciones enmarcan el mensaje del papa León como una demanda integrada de una respuesta espiritual, moral y activa a la crisis climática.
La realidad actual de grave empobrecimiento ecológico y el sufrimiento humano resultante —un concepto conocido como ecología integral— exige una respuesta dedicada y activa por parte de todos los movimientos y actores medioambientales. Este compromiso necesario va más allá de las meras soluciones técnicas o el reconocimiento pasivo; requiere un esfuerzo profundo y sostenido destinado a la transformación ecológica que sirva al bienestar tanto de la naturaleza como de las personas. Fundamentalmente, la eficacia de este compromiso depende de un «retorno al corazón», que proporciona la base moral y emocional necesaria para la acción. Este cambio interno transforma el compromiso ecológico de una tarea externa efímera en una forma de vida con propósito e impulsada por valores, lo que garantiza que el trabajo se sustente en una profunda convicción, esperanza y compasión.

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