(José Ignacio González Faus).- Que nuestras navidades están bastante desfiguradas, edulcoradas o paganizadas es voz común entre muchos cristianos y cada año volvemos a sentirlo cuando llegan y a lamentarlo cuando ya se han ido. ¿Por qué, pues, no intentar analizar, aunque sea a toro pasado, en qué consiste esa deformación?. Para acercarse al misterio de la Navidad (contracción de natividad: nacimiento) basta con acercarse al nacimiento de un niño.
Para leer el artículo completo, pinche aquí