"Nuestros pastores aún no han aplicado el Vaticano II por lo que se refiere a la lengua en la liturgia" No hay culturas superiores e inferiores, sino diferentes

Liturgia en valenciano
Liturgia en valenciano

Nacido en Italia, el P. Bottasso dedicó su vida a la inculturación del Evangelio entre los pueblos indígenas

"No fue un colonizador, sino un pastor que se encarnó en el pueblo que lo había acogido, cosa que aún no saben (o no quieren) hacer los obispos del País Valenciano, ni tampoco la mayoría de los presbítero"

"Hace dos años, un informe del Consejo de Europa mostraba su preocupación por la situación del valenciano, ya que el estado español continúa vulnerando los derechos lingüísticos de los valenciano-parlantes"

"La fiesta de la Virgen de los Desamparados es la fiesta de los valenciano-parlantes, ya que nos encontramos desamparados por lo que se refiere a nuestra lengua"

Esta actitud de respeto por las diferentes culturas, fue la que tuvo el P. Joan Bottasso, un misionero salesiano que vivió durante más de 60 años en el Ecuador. El P. Bottasso durante toda su vida trabajó por una Iglesia con rostro amazónico e indígena. 

El P. Joan entendió la Iglesia desde los pueblos indígenas con los que convivió, siempre con ganas de aprender de ellos, para así descubrir la presencia de Dios en medio de aquella gente. 

Nacido en Italia, el P. Bottasso dedicó su vida a la inculturación del Evangelio entre los pueblos indígenas. No fue un colonizador, sino un pastor que se encarnó en el pueblo que lo había acogido, cosa que aún no saben (o no quieren) hacer los obispos del País Valenciano, ni tampoco la mayoría de los presbíteros que, aunque son valenciano-parlantes, se comportan como colonizadores, imponiendo la lengua castellana y despreciando el valenciano. Seguramente la clerecía valenciana habría de aprender del obispo valenciano, Santiago de Wit Guzmán, actual nuncio del papa en Centro-África y el Chad, cuando hace dos años, decía: “Conociendo la realidad, puedes servir mejor” (Alfa y Omega, 19 de febrero de 2020).

Joan Botasso

Esta semana el arzobispo de València, Antonio Cañizares, en su carta semanal (que siempre escribe en castellano), y con motivo del centenario de la coronación canónica de la imagen de la Virgen de los Desamparados, escribía: “Sé tú misma, Valencia, vuelve a tus raíces y ganarás lo más valioso a lo que puedes aspirar. Vuestros antepasados, a los pies de la Virgen, confiaron en el Señor y comprendieron la verdad”. Sí, tiene razón el arzobispo Cañizares. València y el País Valenciano han de ser ellos mismos y volver a reencontrar nuestros orígenes (que los obispos valencianos han olvidado), es volver a recuperar la lengua de San Vicent Ferrer y de Sor Isabel de Villena, que la Iglesia Valenciana continua despreciando y excluyendo de los templos.  

El P. Bottasso (a diferencia del clero valenciano), defendió y valoró la cultura de los pueblos. Joan Bottasso, que era antropólogo y conocía bien las culturas de los indígenas, defendió siempre que los pastores de la Iglesia habían de conocer la lengua de los cristianos que servían en su ministerio presbiteral. El P. Joan Bottasso decía que “no hay culturas superiores e inferiores, sino diferentes” y por eso, también en la Iglesia, todas las culturas “tienen mucho que aprender”. El P. Bottasso trabajó por una Iglesia que estuviese solícitamente  al lado de los heridos y de los excluidos, siempre dispuesta a servir más que a juzgar.

Hace dos años, un informe del Consejo de Europa mostraba su preocupación por la situación del valenciano, ya que el estado español continúa vulnerando los derechos lingüísticos de los valenciano-parlantes. En la Administración y en la Justicia, el valenciano (o catalán), como el gallego y el vasco, se encuentra en una situación de desprotección ante el castellano, que continúa como lengua impuesta. Si eso pasa en la Administración y en la Justicia, la situación del valenciano en la Iglesia es alarmante, ya que nuestros pastores (a excepción del obispo de Tortosa), continúan imponiendo el castellano y despreciando y excluyendo la lengua de San Vicent Ferrer y de la Beata Pepa Naval  Girbés en las iglesias valencianas. 

Liturgia en valenciano
Liturgia en valenciano

Los pastores de la Iglesia Valenciana continúan creyendo (y defendiendo), que existe una cultura superior, que para ellos es la castellana (y que ellos privilegian y protegen) y una inferior, la valenciana, que desprecian y marginan por completo.

Nuestros pastores aún no han aplicado el Vaticano II por lo que se refiere a la lengua en la liturgia, ya siguen sin hacer caso de la Sacrosanctum Concilium que pedía la introducción de las lenguas vernáculas en la Iglesia. Aunque sea sorprendente, a pesar del Estatuto de Autonomía del País Valenciano y la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano, nuestros obispos y sacerdotes creen que la lengua de los cristianos valencianos es el castellano y por eso excluyen de la vida de la Iglesia, el valenciano. 

A nuestros obispos les iría bien seguir el ejemplo del P. Joan Bottasso, que en el Ecuador supo aprender (y valorar) las lenguas indígenas, para no comportarse como un colonizador, sino como un pastor con olor de sus ovejas. Como un pastor que valoró las lenguas de los cristianos de aquel pueblo. Como habría de pasar en el País Valenciano. Por eso, el P. Bottasso, como un auténtico pastor que amó a su pueblo, aprendió la lengua de la gente que servía y no ignoró ni despreció la lengua del pueblo que lo acogió, a diferencia de lo que hace el clero valenciano.     

Otro caso que habría de hacer reflexionar a nuestros obispos, es el de la religiosa vedruna, Josefina Roca (que murió en 2020), que fundó una comunidad vedruna en el Congo. Por eso, antes de ir a aquel país aprendió francés. Pero no le sirvió de nada, ya que cuando llegó descubrió la realidad indígena (como me contaba la religiosa Maria Trullols), y las lenguas de cada zona y no la lengua del país que colonizó el Congo. Pero desgraciadamente, los obispos y la mayoría de los presbíteros valencianos continúan despreciando y anulando la lengua del País Valenciano, que siempre se queda a las puertas de los templos, a diferencia de lo que pasa en los países de misión (o en cualquier otro país civilizado), donde a Iglesia asume, valora, respeta y utiliza la lengua que hablan los cristianos.

Obispo Pont
Obispo Pont

Hace falta recordar que la diócesis de València ha creado diversas parroquias personales para que los cristianos chinos, los filipinos, los polacos o los africanos, puedan celebrar la fe en su propia lengua. Pero los obispos valencianos y la mayoría de los presbíteros del País Valenciano, desgraciadamente, no tienen ninguna sensibilidad por la lengua de los cristianos valencianos, que continúa prohibida en las parroquias valencianas. Solo cabe recordar, para más inri, que el día de San Vicent Ferrer, el obispo auxiliar de València, Javier Salinas, presidió en la catedral la misa y a excepción de las lecturas, tanto el Credo, como la plegaria Eucarística y el Padrenuestro y hasta el final de la misa, todo fue en castellano. ¿Es que el Credo en valenciano no es válido? ¿Es que la transubstanciación, en valenciano, no transforma el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre y solo es posible si es en castellano?  

Los obispos y los sacerdotes valencianos habrían de imitar a los pastores de Iraq que, en la visita del papa Francisco a Mossul y a otras ciudades de este país, utilizaron el árabe en sus discursos y en las celebraciones litúrgicas. Como utilizaron también el árabe los cristianos que celebraron la Eucaristía en la basílica de la Virgen de los Desamparados en abril de 2018, como recogía la web del “Arzobispado de Valencia”, el 24 de abril de 2018, con el vídeo donde se puede ver un fragmento de la misa en árabe. 

A ver cuando los sacerdotes y los obispos valencianos hacen por el valenciano lo que se hace con el árabe, el polaco, el chino, el italiano y con otros idiomas, ya que los ciudadanos que viven en València y hablan estas lenguas, sí que pueden celebrar la Eucaristía en sus lenguas maternas.  

Este sábado 7, en una entrevista en el diario Avui, Javier Almela, del Grup Cristià del Dissabte, denuncia la discriminación que sufrimos los cristianos valencianos, cuando nuestros obispos nos prohíben celebrar nuestra fe en valenciano.  

La fiesta de la Virgen de los Desamparados es la fiesta de los valenciano-parlantes, ya que nos encontramos desamparados por lo que se refiere a nuestra lengua, por el hecho lamentable que nuestros pastores continúan excluyéndola de la Iglesia. Y eso, a pesar que el arzobispo de València nos invite a volver a nuestras “raíces”.  

Cañizares y la Virgen de los Desamparados
Cañizares y la Virgen de los Desamparados

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