(Juantxu Oscoz).- Amigas y amigos, la luna (mentirosa como siempre al estar en creciente) que era un pequeño ) gajo islámico, rielaba ayer por la noche, quizá por la calma que reinaba en el mar en aquellos momentos y la paz que nos inundaba a los que estábamos en el Puerto de Motril.
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