La organización alerta del aumento de la discriminación de los musulmanes en Europa Amnistía Internacional: "Ninguna mujer cubierta supone una amenaza pública"

La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) alertó hoy sobre el aumento de la discriminación contra la población musulmana en Europa, especialmente en el ámbito laboral y educativo.

En su informe 'Elección y prejuicio: la discriminación contra los musulmanes en Europa', AI lamenta que los esfuerzos que hacen los gobiernos europeos para combatir los estereotipos negativos que pesan sobre la población musulmana de sus países son demasiado escasos.

La organización, que centra su investigación en España, Francia, Bélgica, Holanda y Suiza, critica además algunas decisiones políticas en estos países que, en su opinión, han favorecido la discriminación de las personas de esa religión en el trabajo o en las escuelas.

'Muchas mujeres no encuentran trabajo y a las chicas se les llama la atención en clase por llevar pañuelos. Los hombres son despedidos por llevar la barba larga. Los políticos, en vez de refutar estos estereotipos, los utilizan para ganar votos', dijo Marco Perolini, experto en discriminación de AI en un comunicado.

El informe destaca la problemática que surgió en Pozuelo de Alarcón (España) en 2010, cuando Nawja, una joven española de 16 años, tuvo que cambiarse de instituto porque el suyo la apartó de sus compañeros de clase por llevar su cabeza cubierta con el 'hiyab' o pañuelo islámico.

AI también lamenta un caso similar sucedido en la población gallega de Arteixo, cuando una niña de 11 años también tuvo que cambiarse de centro educativo después de que el suyo prohibiera cualquier tipo de vestimenta que cubriera la cabeza, incluido el velo islámico que ella solía vestir.

'Cualquier restricción de símbolos religiosos y culturales en las escuelas debe tener en cuenta las circunstancias individuales de cada caso. Este tipo de prohibiciones generales ponen en riesgo el acceso de las chicas musulmanas a la educación y violan su derecho a la libertad religiosa', aseguró Perolini.

Amnistía también denuncia la prohibición del uso del 'burka' aprobada por varios ayuntamientos españoles, tras alegar motivos de seguridad y de igualdad de género, cuando 'no se tiene conocimiento de ninguna mujer totalmente cubierta que haya supuesto una amenaza pública o que se haya negado a identificarse'.

AI insta a estos municipios a combatir la violencia de género a través de una mejor aplicación de la legislación existente y no mediante este tipo de prohibiciones que 'estigmatizan aún más a la población femenina de minorías étnicas y religiosas'.

El informe lamenta la situación de la comunidad islámica en Cataluña, donde, según AI, la falta de mezquitas les obliga a realizar sus oraciones en lugares públicos donde a menudo son recriminados por otros ciudadanos.

La discriminación hacia la población musulmana también se extiende al ámbito laboral, especialmente en Francia, Bélgica y Holanda, según el informe, donde algunas empresas han prohibido a sus trabajadores lucir símbolos islámicos porque no quedan bien ante los clientes y pueden dañar la imagen corporativa de la compañía.

'Hay un clamor popular en muchos países europeos por el que la religión islámica y los musulmanes están bien siempre que no sea visible. Esta actitud genera violaciones de los derechos humanos que los políticos deberían afrontar', sentenció Perolini.

En Suiza, AI pone el ejemplo de una mujer musulmana que recibió el consejo de la Oficina Regional de Empleo para que se fuera a vivir a Zúrich si quería encontrar trabajo puesto que en esta ciudad se le permitiría llevar el pañuelo islámico.

Según el relato de esta mujer, esa oficina le informó de que muchas veces los empleadores se niegan a contratar a mujeres que llevan la cabeza cubierta, agrega el documento.

En Holanda, las oficinas municipales que trabajan contra la discriminación recibieron 401 quejas en 2010 por razones de religión, lo que representa el 6,6 por ciento de las quejas.

En Francia, AI pone el ejemplo de una mujer musulmana, cuyo nombre no revela, a la que se le denegó un empleo por llevar pañuelo. (RD/EFE)

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