Sextas moradas

Teresa nos invita a vivir las sextas moradas:

Tenedlo todo como un regalo del Dios de la Vida.
Que cada cual haga lo que pueda
y que no se cierre a la gracia de Dios.
Es la vida y la humanidad de Jesús
la que nos invita a amar y acercarnos a la Humanidad,
para llegar a ser cada día más humanos.
Dios os enseña a amar amándonos totalmente.
Cuanto más profunda es la experiencia cristiana
menos se evade de la realidad de la vida,
y la verdadera experiencia mística tampoco.
Porque la mística parte de la vida
y vuelve a ella renovada.
Y entonces aparece la oración de júbilo,
la alegría de saberse amado
y el amor creativo, libre,
que ya no mira su contento
sino el contentar a Dios,
en imitar la vida que Cristo vivió
,
en el servicio al prójimo.
Y sabed que en algún momento podéis pasar
por la noche oscura,
la de Cristo en la Cruz.
Pero confiad, pues que el amor
es más fuerte que la muerte.
Cada persona puede transformarse en amor,
llegando a ser ella misma.
Vuestras comunidades contemplativas
deben ser hoy más que nunca luz en la noche,
para ayudar a renovarse a la Iglesia
en sus crisis permanentes,
mediante la vuelta al Evangelio
y al seguimiento de Jesús.
La sencillez de vida, la generosidad,
la participación y la creatividad deben ser
las líneas fundamentales de vuestra comunidad.
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