La maceta



LA MACETA

Humilde barro de la tierra mía
asomado a la luz de la ventana
con la sencilla claridad paisana
que al viandante regala algarabía

y al jardín le devuelve cercanía
de familiar amiga y sobria hermana
dispuesta a embellecer con luz temprana
el patio, la cancela o galería.

Dame, maceta, el don de la presencia,
Dame gracia de estar entre la gente
con ese modo de ser tan diferente

que es gesto simple, un amor de aldea,
ese andar por la vida con la ausencia
del que está sin estar, calla y recrea.

Pedro Miguel Lamet
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