Una de las iniciativas de la Iglesia Católica de mayor relevancia en el mundo de lo social es sin duda alguna, Cáritas. Es el rostro tierno, amable y fraterno para acercarnos al mundo de la marginalidad y la pobreza, no con la prepotencia de quien se siente superior, sino con la convicción de que hay que ser acompañante de los auténticos protagonistas de su promoción hacia la igualdad de los seres humanos.

Con la presencia de 22 Cáritas Nacionales (España y 21 de AL), y 42 Cáritas diocesanas de España, se celebró en El Escorial el Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe, bajo el lema “llamados a evangelizar en lo social y desde lo social: una Cáritas en salida”. A la sombra de los nuevos acentos del Papa Francisco en su exhortación “la alegría del evangelio”, jugosas ponencias de expertos de ambas orillas, aportaron ciencia y experiencia, testimonios y esperanzas, en el apasionante y a la vez cuestionante mundo de lo social.

No se puede evangelizar sino desde los pobres, como sujetos activos y no como recipiendarios de unas migajas que acallan las conciencias y adormecen la lucha por la igualdad y la inclusión. El clima fraterno ayudó y mucho a compartir experiencias, vivencias y angustias en la búsqueda de una creatividad que toca a nuestras puertas a cada momento. Una de las mejores virtudes de Cáritas, es su capilaridad. Está en las bases, donde se realiza la dinámica pastoral real, siendo así portadora de la realidad cercana, más allá de los análisis de fríos expertos.

Hay que estar a la escucha del clamor de los pobres. A las ponencias se unieron los trabajos en tres talleres: el reto de escuchar el clamor de los pobres y de los pueblos en este momento histórico; el reto de una caridad más profética, liberadora y testimonial; y, los itinerarios formativos en el ejercicio de la caridad, en Latinoamérica y en España.

Excelente preparación para el Congreso Internacional en Roma, a la vera del Papa Francisco, de donde se eligieron las nuevas autoridades para el próximo cuatrienio, con el Cardenal Luis Antonio Tagle, Arzobispo de Manila y los nuevos lineamientos para los próximos cuatro años.

“La pobreza nos agobia pero tiene solución; sin miedo a las periferias, vamos a evangelizar, porque la alegría del Evangelio, nos invita a la misión; y con el Papa Francisco, misericordia y bendición”.

Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo