Solemne apertura del año jubilar de la Virgen de la Encina de Ponferrada

El pasado domingo, día cuatro, dio comienzo en Ponferrada el Año Jubilar Diocesano que, con motivo del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Encina, vivirá la Diócesis de Astorga hasta el 8 de septiembre de 2009. El Año Jubilar no pudo empezar mejor gracias, entre otras razones, a las más de 3.000 personas, no sólo de Ponferrada, sino del resto del Bierzo y de la Diócesis, que se concentraron para participar en la multitudinaria celebración presidida por el Cardenal y Arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo.

A las 5 en punto de la tarde dio comienzo una multitudinaria procesión para trasladar la Imagen de la Virgen de la Encina desde su Basílica hasta la explanada donde estaba preparado el altar para la Eucaristía. En ella tomaron parte numerosos estandartes, pendonetas, pendones, cruces y otras insignias de diferentes parroquias, asociaciones y cofradías de Ponferrada y el Bierzo.

“Babero te espera”, “Cuatrocientos con la Virgen de la Encina” o “Nosotros somos tu corona”, fueron algunas de las pancartas que lucieron en la procesión. La Venerada imagen de la Virgen avanzaba escoltada por casi un centenar de sacerdotes y los ilustres prelados que concelebraron la Eucaristía junto al citado cardenal.

Además del obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, que ejerció de anfitrión, cabe señalar a los arzobispos de Oviedo, Carlos Osoro, y de Santiago, Julián Barrio; además de: Vicente Jiménez, obispo de Santander; Julián López, obispo de León; Manuel Sanchez Monje, Obispo de Mondoñedo-Ferrol; Alfonso Carrasco, obispo de Lugo; Luís Quinteiro, obispo de Ourense; Gregorio Martínez, obispo de Zamora; Raúl Berzosa, auxiliar de Oviedo y Felipe Fernández, emérito de Tenerife.

Entre las personalidades civiles que estuvieron presentes cabe destacar al delegado Territorial de la Junta, en León, Eduardo Fernández, el Senador, Fidel Cerezales y el Alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, así como los miembros de la corporación municipal.

Llegados a la explanada, frente al albergue de peregrinos, comenzó la Solemne Eucaristía, en un altar cuidadosamente preparado para la ocasión. Los asistentes desafiaron a duras penas el intenso calor producido por un sol de justicia al que los fieles se enfrentaban con paraguas y con los programas de mano, bellamente editados por la organización para seguir el acto. El Obispo de la diócesis dio comienzo a la Celebración con unas palabras de bienvenida y a continuación el Vicario General dio lectura al Decreto de proclamación del Año Jubilar concedido por el Papa Benedicto XVI.

En su homilía, el Cardenal Carlos Amigo, aseguró que la devoción de Ponferrada y el Bierzo por la Virgen es un sentimiento verdadero, rememoró sus fiestas patronales y ensalzó la virtud de la capital berciana como un lugar que tiende puentes. “Ponferrada sabe mucho de puentes y de fortaleza.

Necesitamos ese puente entre el pensamiento y la conducta; entre lo que se dice y lo que se vive”. Se ganó el cariño de todos al afirmar que “el Bierzo no es simplemente el lugar donde se ha nacido. El Bierzo es una forma de vida, es una historia, es un estilo, es un espíritu, son unas virtudes, es un paisaje, bellísimo, por cierto”. Amigo Vallejo remató su pensamiento indicando que, en la actualidad, es necesario “construir ese puente entre la Iglesia y la Sociedad, y que por ese puente transite la libertad”.

Una jornada de fiesta religiosa inolvidable que ha sido solamente el comienzo de un año que se promete lleno de gracias y de amor a la Virgen, en su advocación de la Encina. Desde el domingo la Basílica de la Patrona del Bierzo y Ponferrada es templo jubilar en el que se pueden lucrar las indulgencias concedidas por la Iglesia. Ahora, en los próximos días, la Imagen de la Virgen de la Encina comenzará una peregrinación que la llevará a la mayoría de las parroquias de la diócesis durante esta primera parte del año jubilar y que animará a los fieles a devolver la visita a la virgen, a lo largo del 2009, a su santuario basílica en Ponferrada.
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