Lumen Dei, nuevos misterios

Las dos comunidades asturianas de Lumen Dei, la asociación intervenida el pasado mayo por la Santa Sede, han entrado en el terreno del misterio. Por una parte, podrían haber sido confirmadas por el comisario pontificio, el obispo Fernando Sebastián, según ha informado el portavoz del Arzobispado de Oviedo, Manuel Robles. Sin embargo, dichas comunidades, una en Gijón y otra en el Palacio Episcopal, no se han puesto aún en contacto con el comisario pontificio -que el Vaticano impuso a la asociación tras destituir a todos sus dirigentes- ni han aceptado obedecerle, según ha podido saber Javier Morán de LA NUEVA ESPAÑA. Casi todos los miembros de la asociación -unos 600 entre sacerdotes, hermanas y matrimonios- han rechazado ponerse a las órdenes del comisario.

Paralelamente, las hermanas de Lumen Dei en Asturias, unas siete, reciben periódicamente indicaciones de una de las superioras que no acepta al comisario pontificio, y que visita el Palacio Episcopal de Oviedo dentro de un misterioso furgón con cristales tintados, del que no se baja por conducirse en silla de ruedas, aunque no es paralítica, según miembros de Lumen Dei afines a Fernando Sebastián.

El comisario pontificio ha remitido a los obispos españoles que tienen a Lumen Dei en sus diócesis -incluido Carlos Osoro- un informe confidencial en el que relata los desórdenes morales y misteriosos, o extraños, que ocurrieron en la asociación, que motivaron la intervención de la Santa Sede. Sebastián también plantea en dicho informe posibles soluciones a la complicada situación, agravada por la rebeldía frente al Vaticano. El comisario pontificio no descarta que se llegue a la disolución de la asociación.

En cuanto al supuesto reconocimiento de Lumen Dei en Asturias, el citado portavoz ha manifestado que «el comisario pontificio ha confirmado al arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, la permanencia de las dos comunidades de consagradas que residen en la archidiócesis de Oviedo, una de ellas en el Palacio Arzobispal, y la otra, en Gijón».

Robles explicó a este periódico que «en esta situación tan polémica el arzobispo se puso en contacto con el comisario, y éste le dijo que las cosas siguieran como estaban, porque las dos comunidades están de acuerdo con lo que quieren el comisario y la Santa Sede»

«No hay constancia de ello, ni se han puesto en contacto con el comisario pontificio», señalaron, por su parte, personas próximas a Fernando Sebastián a este periódico.

Dicho de otro modo, las hermanas de Lumen Dei en Asturias siguen bajo las órdenes de su superiora, que las visita regularmente en el citado furgón. La última de esas visitas se produjo el pasado martes. La furgoneta procede de Madrid, donde está la curia de Lumen Dei -a la que no se le ha permitido acceder todavía a Fernando Sebastián, pese a ser el superior legítimo-, o de Trujillo, Cáceres, donde la asociación tiene un seminario masculino y una casa de formación femenina, en la finca de «Las Capellanías».

La misteriosa mujer que da órdenes y papeles a las hermanas del Palacio Episcopal puede ser María Teresa de Simone, uno de los mandatarios de Lumen Dei destituidos por la Santa Sede, que «está realizando una usurpación de poderes», según afirma una persona próxima al comisario pontificio. Teresa de Simone pasa por ser la madre espiritual de Lumen Dei y, en particular, de los últimos superiores, los sacerdotes Daniel Zavala y Francisco Javier Mahía Colao. Este último, avilesino, sucedió al frente de la asociación al Padre Rodrigo Molina (1920-2002), jesuita praviano que fundó Lumen Dei en 1967, como organización de espiritualidad clásica que hoy trabaja en 14 países y 65 diócesis del mundo, sobre todo hispanoamericanos, donde conduce centros asistenciales. María Teresa de Simone ejerce un amplio control sobre la Lumen Dei rebelde al Vaticano, y «va en silla de ruedas, aunque no es paralítica, hasta donde podemos saber», comenta la citada persona.

En cuanto al informe de Fernando Sebastián, remitido a los obispos con fecha del 7 de octubre pasado, el documento se refiere a ciertos ataques sexuales perpetrados por un superior de Lumen Dei hacia hermanas de la asociación. Hay testigos y declaraciones juradas de esos hechos, así como de que dicho superior fue protegido por otros miembros de la entidad con la afirmación de que no actuaba él, sino el demonio dentro de él. Otros miembros de Lumen Dei denunciaron los sucesos al obispo de Cuenca y a la vaticana Congregación de Vida Consagrada, pero fueron expulsados por los superiores y calificados de calumniadores.

Respecto a la actual situación de rebeldía frente al Vaticano y al comisario pontificio, la explicación es que un pequeño número de antiguos dirigentes, dos o tres, ejercen un fortísimo control psicológico sobre los miembros, apelando para ello a una drástica obediencia según la cual los órganos del Vaticano que han operado la intervención, así como el comisario pontificio, están lejos de la voluntad de Dios, la cual, según estos dirigentes destituidos, sólo ellos están interpretando correctamente. Correcta y misteriosamente.
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