Monseñor Casanova o Joan Pujol, a Lleida

El actual obispo de Vic, Romà Casanova, es oriundo de Deltebre (Baix Ebre) y realizó sus estudios sacerdotales en el seminario de Tortosa. Licenciado en Teología y al frente del obispado de Vic desde el año 2003, Casanova también desempeñó anteriormente el cargo de rector de Flix, una parroquia desde donde acudió a Lleida para participar en una de las ediciones de los Juegos Florales de la Acadèmia Mariana dedicados a la virgen de esta población del Baix Ebre. Se da la circunstancia de que Romà Casanovas fue alumno del cardenal Ricard Maria Carles en el seminario de Tortosa, una de las personas con más relevancia en la iglesia catalana contemporánea.
Además de Casanova, el segundo nombre que suena para suceder a Xavier Salinas es el de Joan Pujol. Se trata del vicario general del obispado d’Urgell y a la par hermano del arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol. El sacerdote, natural de Guissona, fue secretario del obispo emérito de la Seu, Martí Alanís, cuando éste fue presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Española. Además de estos cargos, Joan Pujol también fue rector de Andorra durante varios años.
Aunque en las últimas semanas son estos dos los nombres que suenan con más fuerza para sustituir a Xavier Salinas al frente del obispado de Lleida, las mismas fuentes apuntaron que anteriormente también se había hablado del actual obispo de Menorca, Joan Piris, para sustituir a Salinas.
Romà Casanova es un prelado de perfil conservador que antes de ser nombrado obispo de Vic –un cargo por el que también sonaba el sacerdote afincado en Roma y de alto perfil catalanista, Valentí Miserachs– no había desempeñado puestos de relevancia en la diócesis de Tortosa.
Es poco probable que Roma nombre a Casanova como obispo de Lleida, puesto que tan sólo hace cinco años que está al frente de la diócesis de Vic, de manera que solventarían un problema en el obispado de Ponent creando otro en Osona.
Joan Pujol es un sacerdote “muy implicado en cuestiones de ámbito interdiocesano” y que conoce a la perfección la realidad de Lleida. Pujol también estuvo presente en el Concilio Provincial de 1995, un encuentro en el que participaron todas las personas con notoriedad de la iglesia catalana. Con la decisión del Vaticano –que fuentes eclesiásticas consideran inminente– culminará la etapa de interinidad que vive la iglesia leridana desde la renuncia de Ciuraneta.
(La Mañana)