Le había perdido la pista. Había sido mi profesor en la Facultad de Sociología del León XIII de Madrid. Después de más de 20 años, ayer compartimos mesa y mantel y agradable compañía en los cursos de verano de Aranjuez de la Universidad Rey Juan Carlos. Octavio Uña, el gran profesor, el gran Octavio sigue casi igual. Incluso físicamente: amable, cariñoso, cercano y un pozo de ciencia. En todos los ámbitos. Es un gran sabio. Al estilo clásico. Sabe de todo y en profundidad. Es un gran sociólogo (ahora catedrático en la Rey Juan Carlos), un gran teólogo, un gran filósofo y un gran poeta. En la mesa lo colocaban entre los cinco mejores poetas españoles actuales.

En una larga mesa y sobremesa, nos deleitó con su sapiencia. Es como un Google, pero en humano. Escucharlo sigue siendo una delicia. Se aprende más con él en un momento que con otros en horas.

Octavio fue de los pioneros del León XIII. Y de su Facultad de Sociología, por la que recordaba que habían pasado figuras com Ruiz Jiménez, entre otros muchos. Le duele que se haya desmentelado. Ya no se imparte Sociología en el León XIII, la institución pionea en su campo fundada por Herrera Oria. Ya sólo queda Informática y algo de Teología.

Para él, la situación del León XIII es reflejo de la Iglesia española actual, que ha perdido peso, enjundia, intelectualidad, espacio, influencia...Y ha perdido a gente como él, que ha tenido que buscarse acomodo en una Universidad civil. Y allí está creando escuela en la Rey Juan Carlos. Con toda una serie de jóvenes preparados y formados en el León XIII.

Su curso de verano en Aranjuez sobre Emigración está lleno. Cosa rara y mérito del director y de los los ponentes elegidos. Entre otros, pasará por allí José Sánchez, el obispo de Guadalajara, con el que Octavio coincidió en Alemania, y del que habl amaravillas.

Ayer estuvo en su curso el director general de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Pablo Gómez Tavira. Tuve la suerte de sentarme a su lado en la mesa y conocer así a un político joven, bien formado y con mucho criterio en todos los temas. Seguro que pronto dará mucho que hablar.

También coincidí con el cardenal Cañizares, director de otro de los cursos de Aranjuez, junto al vicedirector, José Luis González, vicerrector de la Universidad Católica San Vicente Mártir de Valencia. Rodeado de gente, el cardenal se acercó y saludó cordialmente.

Y, por supuesto, le dio un abrazo a Octavio Uña, viejo compañero de sus tiempos del León XIII. Y con él estuvo departiendo amistosamente un buen rato. Cuando volvió a serntarse, éste fue el comentario de Octavio sobre Cañizares: "Es un hombre humilde". ¡Todo un piropo para un príncipe de la Iglesia! Y viniendo de quien venía, todavía más.

José Manuel Vidal