Se acaban los curas...urgen nuevos modelos sacerdotales

No está clara la edad media del clero español en su conjunto. Circulan diversos datos: desde los que la sitúan en 64 a los quela suben ya a los 67. En cualquier caso, los sacerdotes que mueren doblan en número a los que entran, al tiempo que unos doscientos al año abandonan el sacerdocio. Hay clérigos que tienen que atender veinticinco parroquias y pueblos que sólo ven al cura una vez al año.
Se acaban los curas o, cada vez quedan menos, pero la institución sigue cruzada de brazos. Viviendo de nostalgias del pasado y apostando por un único modelo de ser cura y por el celibato obligatorio. Si la eucaristía es el centro de la vida cristiana y no queremos dejar sin ella a los fieles, urge abrir la puerta a nuevos modelos presbiterales.
No basta ya con derogar la ley del celibato obligatorio e instaurar el celibato opcional. Es urgente dar pasos hacia nuevos modelos de curas. Desde los curas casados a las mujeres sacerdotes. Desde los presbíteros (viri probati) elegidos por la comunidad y a su servicio hasta un tipo de ministro-sacerdote, que no sea funcionario ni de lejos, para pasar a ser realmente el servidor de la comunidad.
Si la Iglesia no va haciendo esta transición paulatinamente, la realidad la obligará a hacerlo de golpe y porrazo. O, incluso, la misma rebelión de las bases creyentes. Que ya ha comenzado, como demuestran los católicos de Austria. Y es que a la fuerza ahorcan. Ya no vale mirar hacia otro lado. Ni siquiera parchear, con vocaciones importadas. Nuevos ministerios, para una nueva época. Para que la sal el Evangelio no se vuelva insípida.
José Manuel Vidal