Una realidad del celibato bien vivido No cesa la tortura interior del sacerdote casto.

Asociación de Sacerdotes Secularizados ASCE

Informa ASCE

Crítica Constructiva

No cesa la tortura interior del sacerdote casto.

curas

Fruto de mi larga observación y del contacto con muchos cientos de sacerdotes fuera de confesión, he llegado a formar un perfil del sacerdote casto, que lucha por mantenerse y consigue vivir conforme a la ley. Lo envié en su día a todos los obispos de España. Hoy lo publico con el fin de que los cristianos comprendan la realidad.

 III parte

               Con motivo de las vacaciones marchó nuestro cura a regiones distantes y pudo ver  lo  que  nunca hasta entonces habían contemplado sus  ojos: una sesión de "striptease". (Al

               Pensaba que así desaparecerían por completo las fantasías de su imaginación. ¿Cesaría del todo la curiosidad lúbrica?  El  corazón le palpitaba  con  fuerza durante la representación erótica.  Creía  que podía  estallar. Hasta la respiración le resultaba difícil. Y aquella noche  sucumbió a la tentación. Fue consigo mismo. Hacía años que  no había  caído  en  el  vicio solitario. Ahora ya  no  era  la  soledad absoluta.  Su  pensamiento acariciaba las  escenas  que  horas  antes habían contemplado sus ojos.

               Meses  enteros le costó levantarse de aquel estado. Su espíritu no  tenía la fuerza de los buenos años. ¡Cómo comprendía ahora a  los jóvenes que no soportan la cruz de la pureza!

               Dos  años  sin practicar los ejercicios espirituales  es  mucho tiempo. Voló a la casa de retiro. Había que comenzar una vida  nueva. ya  no era inocente. Sería a lo menos digno, por la penitencia. No se había perdido todo.

               Un  cambio de ambiente: un pueblo mayor. ¿Por qué no la  ciudad después  de  quince  años de ministerio en  los  pueblos?   La  lucha indirecta: más trabajo; más oración. No renunciar a la  afectividad. Querer más a todos. También a las mujeres. Por el hecho de ser  casto no  se  va  a  cerrar el corazón; todo lo contrario. Lo  más  difícil parecía ya superado. La vida interior serviría de contrapunto  a  las apetencias del instinto. Su amor grande iba a ser Cristo en todos los hermanos concretos.

            No pretendo generalizar en este artículo. (Está redactado en la segunda mitad del siglo XX). Sí dar pistas sobre la vida  íntima  de  un  sector de hombres que lucharon  por  mantenerse fieles  al  compromiso del celibato y siguen fieles al mismo.  Quedan fuera de este estudio los sacerdotes secularizados, los que están  al margen de la ley celibataria y los que viven su virginidad a tope  en una  plena  sublimación. Entran de lleno una gran  mayoría,  aquellos para quienes el celibato es una carga más que una liberación.

Con estas consideraciones y las que en sucesivos días podrían nuestros superiores eclesiásticos, poner en tela de juicio la desventurada ley celibataria y cambiarla, o mejor abolirla, a medio plazo. Estúdienla, por favor.

José María Lorenzo Amelibia                                        

José María Lorenzo Amelibia                                         Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com              Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                           Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

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