Un placer inmenso es perdonar de corazón. Dios mismo nos premia con gran consuelo interior, aumenta además nuestra autoestima. Por otra parte, es la mejor manera de destruir al enemigo, haciéndolo amigo.
No temas envejecer. No temas perder la belleza. Con los años, la hermosura pasa del rostro al corazón. Envidio a los ancianos mansos, educados, cariñosos, generosos. Todo ello es fruto del esfuerzo constante en formarse a lo largo de la vida. La gracia de Dios ha anidado en sus almas.
Pedir a Dios el don de perseverancia; ese se el gran problema nuestro, llegar a la meta, el Cielo. Aumenta Señor en nosotros la esperanza. Sé que quieres salvarnos. Dice Crlye Thomas que la esperanza es el eje de todas las virtudes.