Los misioneros se enfrentan a la peor hambruna de los últimos 60 años La Iglesia se deja la piel en el Cuerno de África
(José Carlos Rodríguez Soto en Vida Nueva).- Sucedió durante la manifestación anti-Papa en Madrid en agosto. Ante las cámaras, una indignada atacó a los jóvenes de la JMJ con unas palabras no exentas de retintín: "Lo mejor que podrían hacer todos estos chicos es irse al cuerno... de África". A 5.000 kilómetros de allí, en Addis Abeba, el padre Julio Ocaña, frente al televisor en la casa provincial de los misioneros combonianos al final de una agotadora jornada de trabajo, se revolvió en su silla.
Recordó a sus amigos canadienses Mark y Maggie Banga, con quienes acababa de hablar: "Ellos participaron en la JMJ de Toronto y descubrieron allí su doble vocación, al matrimonio y a la vida misionera. Tras algunos años de preparación y ocho meses estudiando la lengua amárica, ahora viven en Awasa, en el sur de Etiopía, donde ella trabaja como médico en un hospital de las hermanas franciscanas y él coordina cinco proyectos nuestros para hacer frente a la hambruna que sufre esta región", dice el P. Ocaña por correo electrónico.
"Me acordé también de los 26 jóvenes etíopes que estaban en Madrid, representando a muchos miles de jóvenes católicos africanos y de otros lugares del mundo que se han quedado en Etiopía y otros países de este Cuerno de África dedicando sus energías a ayudar a los desfavorecidos gracias a las ayudas que llegan de muchos lugares, incluido el Vaticano", concluye este misionero español. Él mismo, llegado a África con 23 años en 1990, representa a muchos jóvenes anónimos que un día decidieron dedicar a este continente no un año ni dos, sino toda una vida.
Etiopía es uno de los países afectados por la hambruna más severa que esta región africana ha visto desde hace 60 años: "Nuestras escuelas y clínicas se encuentran al borde de sus capacidades, y tenemos que dar prioridad a las personas más vulnerables: mujeres embarazadas y lactantes, primero, y a continuación niños desnutridos y ancianos", dice el P. Ocaña.
Para leer el artículo completo, pincha aquí: