Mensaje en el día del maestro. Obispos de México llaman a potenciar "educación solidaria"

En materia educativa, "es tiempo de prudencia, de fortalecimiento del Estado de Derecho, de generar certidumbre en las decisiones públicas..."

aula

¡GRACIAS, MAESTROS! AGENTES INDISPENSABLES EN EL ESFUERZO EDUCATIVO COTIDIANO, EN NUESTRA NACIÓN.

Con gratitud queremos felicitar a todos los maestros de nuestro País, reconociendo su valiosa aportación cotidiana en la conformación de una cultura cada vez más humana, fraterna y solidaria. 

La labor profundamente humana de un maestro en el aula, jamás podrá ser sustituida, pues no sólo es transmisor de conocimientos, técnicas o competencia, sino que es un fiel guía y testigo del cuidado, cariño y la entrega que requiere cada ser humano en el caminar de su comprensión y respuesta a la realidad que le corresponde vivir. 

Sin duda, todo centro de cuidado de la primera infancia, preescolar, primaria, secundaria, bachillerato, tecnológico y universidad, son espacios en los que la persona va forjando su propia concepción de sí misma, su realidad, la historia, el mundo y de Dios, en plena libertad y responsabilidad. Sólo a través de un recorrido educativo, que supone el diálogo y el encuentro, la persona va descubriendo que está llamada a responder a las preguntas más fundamentales de la vida: ¿quién soy?, ¿cómo puedo ser un bien para este mundo?, ¿cuáles son mis aptitudes con las que puedo transformar constantemente esta realidad, en una cada vez más positiva y plena, alcanzando así la felicidad?, ¿cómo tomar opciones fundamentales de vida sólidas y consistentes, ante la realidad histórica a transformar?

La vida humana, desde la concepción hasta la muerte, con todas sus implicaciones de desarrollo humano y paz social, requiere un claro y justo marco legal, que se traduzca en una gestión eficaz, capaz de ordenar y articular la respuesta generosa de todos los actores y sectores, en una dinámica de reconciliación, gradualidad y realismo.

Llamamos a todos los ciudadanos a potenciar una educación solidaria, de la mano con toda institución educativa. Reiteramos el llamado que hicimos los Obispos de México, a través del comunicado de la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM, con fecha del pasado 4 de abril (https://www.cem.org.mx/Slider/383-ver-detalle.html). 

Es tiempo de prudencia, de fortalecimiento del Estado de Derecho, de generar certidumbre en las decisiones públicas, de máxima reflexión y transparencia por parte de todos, así como de solidaridad con los más necesitados. Asumamos con responsabilidad este tiempo de grandes retos, acompañando generosamente la función e interés público de toda educación, poniendo como centro y último fin al educando. A los padres de familia, primeros responsables de la educación de los niños y jóvenes, les llamamos a involucrarse, cada vez más, en la vida de la escuela.

Levantemos constantemente la mirada. Un destino común: el desarrollo humano, integral, solidario y sustentable, como nos lo señala el Papa Francisco en su encíclica social Laudato Si’, es la única brújula que puede orientarnos en nuestro camino compartido en bien de todos los mexicanos y de la humanidad entera.

Pedimos la intercesión de Santa María de Guadalupe, quien ha querido morar entre nosotros para cuidar de cada uno de sus hijos, así como tener la capacidad de testimoniar y servir con congruencia, generosidad y prudencia, a nuestro prójimo, en Jesucristo, Señor y Maestro.

Ciudad de México a 14 de mayo del 2019. 

+ Enrique Díaz Díaz 

Obispo de Irapuato y Responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM

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