"SÓLO EL AMOR ES DIGNO DE FE"

Noto en el blog, desde hace no muchos días, un palapable aumento de comentarios que producen la impresión de que, en lugar de construir, parece que consideran más importante destruir, desautorizar, agredir a alguien, unas veces, a mí; en otros casos, a los demás visitantes del blog. No sé si esto se viene produciendo por mera coincidencia o, si más bien, responde a otro motivos. No lo sé. Ni me interesa. Ni me preocupa. Hoy escribo esta entrada en el blog para decir tres cosas:

1. Que todo el que entre en este blog, para escribir algón comentario, se sienta completamente libre para expresar sus puntos de vista, sus opiniones, sus propuestas, etc.

2. Que eso se haga siempre con suma delicadeza y respeto, sin descalificar a nadie, sin decir nada que pueda resultar lesivo para alguinen, con sumo respeto a todos y con anchura de corazón para ser tolerante con quienes ven las cosas y piensan de manera distinta a como cada cual piensa.

3. Que si alguien entra en este blog con la pretensión (oculta o disimulada) de "reventar" lo que aquí se propone o se dice; o si entra con la intención de "desprestigiar" el blog o de "aburrir" a quienes aquí expresamos tranquilamente y con libertad nuestras ideas y nuestros deseos - si es que hay alguien que viene aquí con semejante proyecto - sepa desde ahora que pierde el tiempo. Lo advierto ya. Este blog tiene una línea de pensamiento suficientemente bien definida. Y no la voy a modificar por lo que digan o dejen de decir determinados visitantes. Por supuesto, quienes estén en desacuerdo con lo que aquí se dice, están en su derecho de disentir (siempre respetuosamente) o de sencillamente de irse a oitro blog o de abrir cada cual el suyo. Pero, insisto, lo que no van a conseguir es eburrirme u obligarme a pensar y balar de otra manera.

Una vez dicho esto, pido sumo respeto a todos. Si advierto que esto genera polémica, me sentiré en la libertad de suprimir aquellos comentarios que provoquen enfrentamientos. Por eso he titulado esta entrada con el mismo título que el gran teólogo, que fue Hans Urs von Balthasar, le puso a uno de sus más bellos libros: "Sólo el amor es digno de fe".
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