La virtud de perdonar empieza por uno mismo

La virtud de perdonar empieza por uno mismo
La virtud de perdonar empieza por uno mismo

Saber perdonar siempre se ha visto como una virtud. Todos conocemos a personas a quienes les cuesta más y otras que lo hacen con mayor facilidad. Pero como en todo, en el término medio está la virtud…

Perdonar no significa olvidar, o que no nos importe lo que nos hagan, porque están los sentimientos en juego y eso no es fácil, pero sí creo, que es importante, saber dejar el rencor a un lado e intentar seguir adelante.

Nadie es perfecto, aunque existan personas que se sientan por encima del bien y del mal. Todos cometemos errores porque somos humanos, pero lo bonito es saber reconocerlos. Creo que ese es el primer paso para aprender a perdonar. No intentar justificar lo injustificable.

 Pienso en personas que según ellas, nunca se equivocan, siempre son los demás, nunca han sido capaces de asumir un error, ni creo que sepan hacerlo. Su orgullo y su ego les pueden…

Seguro que a todos nos suena el himno de la carta de S. Pablo a los filipenses: Cristo a pesar de su condición divina, se despojo de su rango y tomó la condición de esclavo”… supo abajarse, humillarse… y nosotros… a veces somos tan orgullosos, tan soberbios, que nos cuesta reconocer nuestras limitaciones…

Creo que es importante entender que los demás no tienen por qué estar obligados a cumplir con nuestras expectativas, en cuyo caso, es importante saber perdonar. Aunque se trataría simplemente de saber equilibrar la balanza entre lo que nosotros sentimos y lo que siente el otro…

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