"La última asamblea sinodal Italiana no fue un fracaso, es prueba de cómo debe funcionar una Iglesia sinodal" Cardenal Grech: “El Papa León XIV es un obispo sinodal”

El cardenal Grech
El cardenal Grech Vatican Media

En un momento en el que la Iglesia está llamada a redescubrirse como comunidad en camino, el cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo de los Obispos, ofrece una lectura lúcida y apasionada de la experiencia sinodal vivida recientemente en Italia

"Para mí, la última asamblea del Sínodo de la Iglesia en Italia fue una experiencia muy positiva. Lamento que algunos no la hayan interpretado bien. No es un fracaso. Al contrario, es una prueba de cómo debe funcionar una Iglesia sinodal"

(SIR).- En un momento en el que la Iglesia está llamada a redescubrirse como comunidad en camino, el cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo de los Obispos, entrevistado por SIR, ofrece una lectura lúcida y apasionada de la experiencia sinodal vivida recientemente en Italia.

Con palabras que entrelazan experiencia personal, visión eclesial y discernimiento espiritual, el cardenal maltés invita a superar lecturas superficiales o desalentadoras del proceso sinodal, destacando en cambio su riqueza y fuerza generadora. Su reflexión sobre la sinodalidad como estilo permanente de la Iglesia, sobre la importancia de la escucha auténtica y sobre el papel decisivo del Espíritu Santo, puente entre la experiencia del Sínodo y la experiencia igualmente intensa del cónclave que eligió al papa León XIV.

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"Para mí, la última asamblea del Sínodo de la Conferencia Episcopal Italiana, o mejor aún, de la Iglesia en Italia, fue una experiencia muy positiva. Lamento que algunos no la hayan interpretado bien. No es un fracaso. Al contrario, es una prueba de cómo debe funcionar una Iglesia sinodal".

"Los obispos vinieron con un documento, escucharon nuevamente al pueblo de Dios y dijeron: bueno, regresemos y reescribamos el documento. Fruto de la escucha. Éste es para mí el camino sinodal. La última experiencia del Sínodo de la Iglesia Italiana también puede ser un ejemplo de cómo una Iglesia sinodal puede avanzar".

Cardenal Grech
Cardenal Grech

Éstas son las palabras con las que Grech comentó lo vivido durante la segunda Asamblea Sinodal, celebrada en el Vaticano del 31 de marzo al 3 de abril, con las numerosas enmiendas propuestas por los 28 grupos al documento final, en particular sobre el sufrimiento de las personas debido a las relaciones afectivas, la orientación sexual o identidad de género y la responsabilidad eclesial de las mujeres. Una situación que motivó la decisión de posponer los trabajos hasta la Asamblea del 25 de octubre.

“El Sínodo ha concluido, pero la reflexión y el compromiso de traducir la sinodalidad en la vida de la Iglesia es un proceso que llevará tiempo, sino años".

Iniciar procesos

"Pero fue Francisco quien transformó el Sínodo de acontecimiento en proceso. El que tuvo tanto cuidado de iniciar procesos. Él no está allí, pero el proceso que inauguró continúa. Y esperamos que en esta fase de implementación los resultados, los frutos del camino sinodal, se traduzcan en una experiencia eclesial. Esta es la primera vez que después de un Sínodo tenemos tres años no para preparar otro Sínodo, sino para hacer esto”.

Mario Grech
Mario Grech

"Una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha y que escucha a todos. Pero no escucha opiniones, sino los impulsos del Espíritu. Y no olvidemos que en el Bautismo, que es fundamental, todos recibimos el Espíritu Santo. Es una presencia activa. Y el Espíritu Santo tiene sus sorpresas. Ahora, le corresponde a la persona que está puesta a la cabeza de la comunidad eclesial, me refiero al obispo diocesano, que es el principio de unidad y que es el que nos puede garantizar que el discernimiento eclesial sea correcto. Pero para hacer discernimiento, el obispo necesita escuchar a todos”. 

La experiencia del cónclave

“Estoy narrando la experiencia del Sínodo, que luego vivimos también en el cónclave. El Papa Francisco decía que el Espíritu primero crea confusión, pero luego crea armonía. El nombre del Espíritu Santo es armonía y puedo dar fe de ello. En el Sínodo vivimos este momento pero, no sé cómo explicarlo, la presencia del Espíritu nos ayudó a llegar a conclusiones compartidas. También la experiencia del cónclave, no sólo los dos días sino también las reuniones precónclave, las congregaciones, fue una experiencia sinodal. Una experiencia de escucha, quizá con algunos contrastes, pero luego, extrañamente, contrariamente a las predicciones de los medios, lo que se suponía que sería un largo cónclave, lo concluimos en pocas horas".

Prevost y Francisco
Prevost y Francisco

Un punto de conexión que se puede notar entre el Papa Francisco y el Papa León XIV es la pertenencia de ambos a órdenes religiosas, definida por el cardenal como “un bagaje sinodal del que todos podemos beneficiarnos”, reiterada en su descripción del nuevo pontífice:

“El cardenal Prevost, ahora Papa León, es un obispo sinodal. Es decir, es un obispo que escucha. Luego, al final, es él también quien soporta el peso de las decisiones finales. Pero es un hombre que escucha."

Las palabras del cardenal Grech transmiten una imagen viva de la Iglesia sinodal: una Iglesia que escucha, que acoge la armonía generada por el Espíritu después de momentos de aparente confusión, que se deja transformar por procesos más que por acontecimientos. La referencia a la elección del Papa León XIV, obispo proveniente de una orden religiosa y ya reconocido por su aptitud para la escucha, es un signo de continuidad espiritual con el legado de Francisco. Es precisamente en este entrelazamiento de memoria, camino y discernimiento donde toma forma el futuro de la Iglesia: no en los documentos finales, sino en la conversión diaria al método sinodal.

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