La Santa Sede presenta las claves de 'Dilexi Te', primera exhortación de León XIV Czerny: "No habrá paz mientras se descuide y se abuse de los pobres y del planeta"

Presentación de Dilexi Te
Presentación de Dilexi Te

Dilexi te “no es solo una exhortación pastoral, sino una clave teológica para leer el tiempo presente desde el clamor de los pobres”, según el purpurado estadounidense

Czerny subrayó que “los pobres pueden ser portadores de esperanza y constructores de un destino común”, y que la Iglesia “se evangeliza al reconocer la obra del Espíritu en ellos y proclamar juntos el Evangelio”

Krajewski: el documento papal "nos enseña a actuar, no solo a hablar". "El Papa dice que la limosna borra los pecados. Yo necesito muchas limosnas para borrar los míos”, bromeó, antes de recordar que durante el Sínodo se recaudaron ayudas urgentes para Gaza

Frédéric-Marie Le Méhauté recordó que los pobres “no están ahí por casualidad ni por un destino ciego”, sino por estructuras de pecado que deben ser transformadas

Hermana Clémence: “Construyamos juntos esa nueva civilización en la que los pobres no sean problemas que resolver, sino hermanos y hermanas que acoger, porque todos hemos sido amados”

(Noticias Obreras).- Dilexi te se presenta como un documento programático del pontificado de León XIV, un texto que comenzó a escribir el papa Francisco. El Papa sitúa en el centro la opción preferencial por las personas empobrecidas y la transformación de las estructuras injustas, proponiendo una espiritualidad del amor concreto y con un llamamiento claro: “El amor a los pobres es el camino de fidelidad al Evangelio y la semilla de una paz verdadera”.

En la primera intervención, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, abrió la presentación subrayando que Dilexi te “no es solo una exhortación pastoral, sino una clave teológica para leer el tiempo presente desde el clamor de los pobres”.

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“En la curación de las heridas –ya sean físicas, sociales o espirituales– la Iglesia proclama que el Reino de Dios abraza a los vulnerables”, afirmó. “En cada acto de cuidado (…) la comunidad cristiana experimenta la salvación a través de una relación concreta con aquellos que llevan en su carne las marcas de la cruz”.

Czerny destacó que la pobreza es “un tema teológico y no solo social”, y denunció las “estructuras del pecado” que sostienen la desigualdad y la cultura del descarte.

Presentación de Dilexi Te en el Vaticano
Presentación de Dilexi Te en el Vaticano

"Pecado social"

“La economía que mata cuantifica el valor humano en términos de productividad, consumo y beneficio”, advirtió, insistiendo en que “esta mentalidad dominante merece el nombre de pecado social”.

Frente a ello, el purpurado invitó a una “conversión de las estructuras” que haga posible “un arrepentimiento comunitario” y devuelva “la dignidad a los invisibles”.

Czerny evocó la enseñanza de Dilexi te sobre el papel de los movimientos populares, a los que definió como “signos concretos de esperanza y de conversión social”.

“San Juan Pablo II alentó a los pobres a convertirse en protagonistas de la transformación eclesial y social. Los movimientos populares, con su ‘energía moral’, demuestran que la justicia surge de la inclusión de los excluidos”, señaló el cardenal.

Czerny, durante la presentación
Czerny, durante la presentación

Czerny subrayó que “los pobres pueden ser portadores de esperanza y constructores de un destino común”, y que la Iglesia “se evangeliza al reconocer la obra del Espíritu en ellos y proclamar juntos el Evangelio”.

“Solo una sociedad que coloca en el centro a los descartados puede ser verdaderamente pacífica, y solo un mundo formado por sociedades así puede estar en paz”, concluyó.

“Reconocer a Cristo en el pobre”

A continuación intervino el cardenal Konrad Krajewski, prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, quien habló desde su experiencia directa como limosnero vaticanos de los papas Francisco y León XIV. Con tono cercano, explicó que la exhortación “nos enseña a actuar, no solo a hablar”.

“Nosotros somos el departamento de urgencias del Papa”, dijo, comparando la acción de la Iglesia con una ambulancia que “ya está allí, antes de que alguien llame”. Recordó cómo el papa Francisco le pidió al inicio de su misión que saliera del despacho “para encontrarse con los pobres” y descubrir “que en ellos está el Evangelio vivo”.

Konrad Krajewski
Konrad Krajewski

“El Papa me dijo: ‘No te quiero en el Vaticano, quiero que salgas, porque ahí encontrarás a Cristo’. Y tenía razón: en la columnata de san Pedro, donde cada mes atendemos a miles de personas sin hogar, comprendí que estaba tocando la cabeza de Cristo mismo.”

Krajewski subrayó que la limosna “no es un gesto marginal”, sino una forma de conversión: “El Papa dice que la limosna borra los pecados. Yo necesito muchas limosnas para borrar los míos”, bromeó, antes de recordar que durante el Sínodo se recaudaron ayudas urgentes para Gaza.

El cardenal polaco insistió en que el documento “nos invita a ser flexibles, creativos y valientes” en la acogida, especialmente ante los refugiados y las víctimas de la guerra y la pandemia. “Reconocer a Jesucristo en el pobre es lo más hermoso que puede ocurrirnos en la Iglesia”, dijo.

“Los pobres no son un problema, son de los nuestros”

Por su parte, el teólogo Frédéric-Marie Le Méhauté profundizó en el sentido teológico del texto, que considera “una teología de la revelación que brota de la misericordia hacia los más pobres”.

“El punto de partida de Dilexi te es el profundo amor de Dios por una comunidad frágil, aquella que se encuentra expuesta a la violencia y al desprecio”, explicó.

Dilexi Te
Dilexi Te

El teólogo recordó que los pobres “no están ahí por casualidad ni por un destino ciego”, sino por estructuras de pecado que deben ser transformadas.

“Nos sentimos más cómodos sin los pobres”, admitió, “pero el Papa nos invita a verlos como hermanos y hermanas a quienes acoger, porque son ‘de los nuestros’”.

Le Méhauté insistió en que el compromiso con los pobres “no es solo una consecuencia de la fe, sino una epifanía, un acto casi litúrgico”.

“El amor a los pobres es la garantía evangélica de una Iglesia fiel al corazón de Dios”, destacó. Asimismo, subrayó que Dilexi te invita a aprender de la “inteligencia de los pobres”, a quienes reconoce como sujetos activos de pensamiento y acción.

“Los pobres poseen una sabiduría indispensable para la Iglesia y la humanidad”, afirmó, “porque la realidad se ve mejor desde los márgenes”.

“Los pobres nos evangelizan”

La última intervención fue la de la hermana Clémence, que ofreció un testimonio conmovedor de su convivencia durante años con familias romaníes en el sur de Italia.

“Me gustaría que hoy estuvieran aquí Lacri o Pana, mujeres romaníes de Rumanía, doblemente pobres por su exclusión, pero ricas en humanidad”, comenzó. Relató cómo una de ellas, Ancuza, “partió un pan caliente en dos y nos dio la mitad diciendo: ‘para la cena de esta noche’”.

“Aunque son pobres materialmente son ricos en humanidad y en sabiduría forjada en la precariedad”, destacó. Con emoción, recordó a Luminiza, que le dijo: “Yo era como una oveja perdida, y Él vino a buscarme y caminó conmigo”. “Ese día envidié su fe, más directa y más concreta que la mía”, ha confesado

La hermana Clémence subrayó que Dilexi te le ha permitido redescubrir su experiencia como “un verdadero sacramento”, porque “el pobre no es solo alguien a quien ayudar, sino la presencia sacramental del Señor”.

“Construyamos juntos esa nueva civilización en la que los pobres no sean problemas que resolver, sino hermanos y hermanas que acoger, porque todos hemos sido amados”, concluyó

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