(Jesús Bastante, enviado especial al Vaticano).- No habrá Papa, al menos hasta la tarde. A las 11,40 horas, la chimenea colocada en la Capilla Sixtina ha vuelto a anunciar al mundo, con una espesa nube "grisetta", pero negra, que los cardenales encerrados en Cónclave todavía no han elegido al sucesor de Benedicto XVI.
Tras tres votaciones (una anoche y dos esta mañana), no hay consenso en torno a un candidato que pueda aglutinar los 77 votos necesarios para el ansiado "Habemus Papam". Pese a ser día laborable, y aun la pertinaz lluvia, miles de romanos se han congregado en torno a San Pedro para seguir la votación.
Con mucha expectación. Así se está viviendo la elección del Papa en el Media Center (donde en breves minutos comparecerá el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi) y en el corazón de Roma y del mundo, que estos días concentra sus latidos en la plaza de San Pedro.
La mayor parte de los fieles ya no se moverán de San Pedro. La mayoría almorzarán en los aledaños de la Via della Conziliazione, por lo que se prevé que la tarde, a poco que el tiempo nos respete, presentará un entorno de la basílica absolutamente repleto de fieles. Hay ganas de ver salir al nuevo Papa del balcón central de San Pedro. Y el sentir de buena parte de los periodistas acreditados -quién sabe si por cansancio, nervios o por deseos más o menos fundados- es que esta tarde, al fin, podríamos tener Papa.
