"La ignorancia de los cristianos sobre los judíos es inmensa" La rabina y el antisemitismo (II)

La rabina y el antisemitismo (II)
La rabina y el antisemitismo (II)

"Hay que conocer la Historia, habiendo un antes y un después del año 70, en el que se destruyó por el ejército romano el Templo de Jerusalem, momento de inicio de un nuevo judaísmo, el llamado rabínico frente al sacrificial"

"La ignorancia de los cristianos sobre los judíos es inmensa, pues fue paternidad de lo cristiano, de la Iglesia Católica, el antijudaísmo doctrinal así como las actitudes de desprecio y odio hasta tiempos recientes del siglo XX"

"Es importante el feminismo y el creciente papel de las mujeres en la Religión, que obligará, necesariamente, a muchos ajustes y reajustes, que pueden hasta llegar a poner a prueba, dramáticamente, a las religiones mismas, hasta ahora tan masculinizadas como la cristiana"

I.- Después de 2005

En el artículo anterior, la 1ª Parte, aquí publicado el pasado 1 de febrero, se hizo referencia al libro Catolicismo y Judaísmo, de 2005, con ocasión de los 40 años de la Declaración Nostra Aetate, que contiene un Prólogo del entonces Cardenal Arzobispo de Madrid, hoy emérito, Antonio María Rouco Varela, nombre y apellidos precedidos, con error, de los superlativos Excelentísimo y Reverendísimo, pues un cardenal ya no es Excelentísimo, es Eminentísimo: los cardenales siempre, aún los más torpes, son eminencias,  como demuestran los escalafones que siempre me parecieron de cuartel, cuarteleros. Y no hicimos entonces referencias a lo mucho atribuido a Benedicto XVI y a Francisco, papas, en relación con el Judaísmo, a partir de 2005. 

Tengo presentes las visitas de los dos Papas a la Sinagoga de Roma, segunda y tercera, en 2010 y 2016, efectuada la primera por San Juan Pablo II en el año 1986. Las tres visitas papales, como señaló en 2016 Riccardo Di Segni, il Rabbino Capo, constituyen un acto repetido, por tres veces, que se convierte, según la tradición jurídica rabínica, en costumbre fija”. Fue en la visita de 2016, cuando el rabino Di Segni muy serio precisó: “No acogemos al papa para discutir de teología; cada sistema es autónomo; la fe no es objeto de cambio e di trattativa política”. 

Francisco y De Segni
Francisco y De Segni

Tampoco olvidé los innumerables discursos papales sobre los judíos ni las “peregrinaciones” de Benedicto XVI y Francisco a Tierra Santa, visitando el Museo del Holocausto en la capital judía. Recordé el dolor de Benedicto (carta de 2009) por la remisión de la pena de excomunión a los cuatro obispos ordenados por Lefevbre, ignorando que uno de ellos, Richard Williamson, era negacionista de atrocidades contra judíos. No sorprende que en la Exhortación apostólica Evangelli Gaudium de Francisco, en 2013, al inicio del Pontificado, se mencione a los judíos (números 247 a 249); tampoco fue raro que en diciembre de 2015 se hubiera publicado un importante documento vaticano con ocasión del 50 aniversario de la Nostra Aetate. 

II.- Lo de la Reina Isabel La Católica:

En el artículo anterior me referí, como fuentes de información sobre la expulsión de los judíos en tiempos de La Católica,  a la obra de don Américo Castro y al Diccionario de Historia de España (Alianza); ahora añado la consulta vía internet realizada al magnífico Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia e impulso de su Presidenta, la señora condesa de Gisbert, y al libro de Ángel Alcalá Los judeoconversos en la cultura y sociedad españolas, de editorial Trotta en 2011, cuyo capítulo 10 se titula: El decreto conversión-expulsión de los judíos de España: sus propósitos y sus paradójicos resultados, que destaca, como novedad respecto de otras expulsiones de judíos (Inglaterra en 1290 y Francia en 1306), la existencia en España de un texto del Decreto que mandó la expulsión. 

Libro
Libro

Esto es muy importante, especialmente para los judíos, con valor probatorio, siendo expertos en palabras, letras, interpretaciones y hermenéuticas hasta el infinito. ¿Es posible conocer científicamente el pasado? se preguntó don Claudio Sánchez Albornoz en Historia y libertad. Que existan documentum y monumentum de la expulsión es fundamental.

III.- Lo de que el Judaísmo es una Religión sin clérigos: 

Haber escrito, en referencia a la rabina Delphine Horvilleur, lo siguiente: “Vestida con ocasión de su peculiar oficio con túnica blanca sin ser clerical, igual que iba vestido el Gran Sacerdote cuando oficiaba en el Templo de Jerusalén hace más de dos mil años”, y añadir seguido que el Judaísmo carece de clérigos, no parece coherente. Pues sí lo es, de clérigos en el judaísmo contemporáneo nada, nada de nada. 

Hay que conocer la Historia, habiendo un antes y un después del año 70, en el que se destruyó por el ejército romano el Templo de Jerusalem, momento de inicio de un nuevo judaísmo, el llamado rabínico frente al sacrificial. Horvilleur, en la página 84 de la traducción española de Reflexiones sobre la cuestión antisemita, escribe: “En el año 70, se acaba la hegemonía del judaísmo sacerdotal y se derrumba el centro geográfico del culto 70“ y cita a Freud en la siguiente página:”Sólo después de la destrucción del Templo visible pudo construirse el edificio invisible del judaísmo”. Y en ese conflicto con los romanos, se alumbró el Talmud, poniendo por escrito “los sabios” sus enseñanzas. Y esos grandes maestros, exégetas que son los rabinos, no tienen el carácter de clérigos, colocados entre Dios y los hombres. Hay que estudiar y conocer mejor lo del Imperio romano y los judíos; con citar a Flavio Josefo no basta. 

Libro de HOrvilleur
Libro de HOrvilleur

IV.- Delphine Horvilleur: 

Su libro Reflexiones sobre la cuestión antisemita es complicado, de lectura no fácil, teniendo en cuenta, por una parte, que la cultura judía tiene 3.000 años de edad, y que, por otra parte, la ignorancia de los cristianos sobre los judíos es inmensa, pues fue paternidad de lo cristiano, de la Iglesia Católica, el antijudaísmo doctrinal así como las actitudes de desprecio y odio hasta tiempos recientes del siglo XX. Es interesante lo que se escribe en la Declaración Nostra Aetate del fomento y la recomendación del mutuo conocimiento entre la religión cristiana y la judía, por medio de estudios bíblicos y teológicos y el diálogo fraterno. Reitero que los cristianos, de los judíos, por razones ya indicadas, supimos muy poco, y no parece haberse prestado atención debida a las recomendaciones de la citada Declaración. Conciliar. El judaísmo, es verdad, ha sido caricaturizado y desfigurado, y, en general, muy mal conocido, reitero. 

Delphine Horvilleur pertenece a un tipo de judaísmo que se puede llamar “liberal”, armonizador entre religión y modernidad, mayoritario en Estados Unidos, opuesto al judaísmo ortodoxo y al ultra conservador. Es importante en el judaísmo liberal el papel clave de las mujeres, como Delphine Horvilleur y otras, que accedieron a rabinato, partiendo de enseñanzas recibidas en América. Es importante el feminismo y el creciente papel de las mujeres en la Religión, que obligará, necesariamente, a muchos ajustes y reajustes, que pueden hasta llegar a poner a prueba, dramáticamente, a las religiones mismas, hasta ahora tan masculinizadas como la cristiana. Se empieza con lo de Dios, padre o madre, y no se sabe cómo acabará todo. Duda que hay que despejar necesariamente. El judaísmo ya lo viene haciendo; se adelantó, en lo que hay mucho de sobrevivencia.

El libro sobre el antisemitismo no es último publicado por Horvilleur, pues, en Francia, en septiembre de 2022, se publicó en formato muy reducido, casi opúsculo, su pequeño libro Il n´y a pas de Ajar (Grasset), un monólogo sobre un asunto de filiación, calificado el libro de “monólogo sobre la identidad”, lo cual es genuinamente judío, pues lo esencial en el judaísmo que es la transmisión, otorga a la da filiación, línea genética, una característica esencial. No es casual que “lo judío” sea matrilineal, o sea, que se transmita por la madre (la madre siempre es cierta, no el padre), y la llamada “conversión” al judaísmo, no siendo judío de nacimiento, es otro asunto.   

Delphine Horvilleur
Delphine Horvilleur

El capítulo introductorio se titula: Los judíos me exceden…, en el que se hacen consideraciones del “ser judío”, diferenciando el antisemitismo de otros racismos. Caracteriza a los judíos, a modo de adelanto de “razones” del antisemitismo, de ser objeto de envidia, de ser una cosa y de la contraria al mismo tiempo; de su indestructibilidad o de tener una persistencia irritante; de ser siempre el mismo y a la vez, el otro; de no creer en Jesús, siendo Jesús uno de ellos. Y la misma introducción lleva a las conclusiones finales, en que confiesa Horvilleur las grandes dificultades para llegar a la esencia auténtica de su judeidad o a su irreductible especificidad, calificando de imposible un enunciado de lo que es ser judío, de lo que es ser uno mismo. Aquí está el tradicional enigma que planteara Freud y tantos otros: que lo judío no se sabe en qué consiste, que si en una lengua, un Libro, una teología, una práctica, un sentimiento, una manera de aprender. Lo único que se sabe científicamente es que no es una raza. 

La autora, en cuatro capítulos, trata de explicar el antisemitismo, a través de lo que llama “aproximaciones”: de una rivalidad familiar e histórica, de una lucha de civilizaciones, de una guerra de sexos y de una batalla electoral (“El pueblo elegido”), y quedando el capítulo 5 para lo que llama la excepSION judía.  Escribe la rabina del “Mal ancestral y odioso tartamudeo de la historia, la furia antijudía parece mutar constantemente y reencarnarse de tanto en tanto en contextos muy diferentes”. La misma autora se pregunta si existe una reflexión judía sobre la cuestión antisemita, respondiéndose que su libro trata de eso, de hacer una exploración en las fuentes tradicionales.

 Y define el antisemitismo como el odio a los judíos “aunque se trate de un anacronismo, porque la literatura rabínica precede en casi dos milenios la invención del término en la Alemania del siglo XIX” (de esto ya escribimos en la 1ª Parte).  Antisemitismo que es odio, diferenciando lo que es antisemitismo de los demás racismos (racismos que expresan un odio al otro por lo que no tiene: del mismo color de piel, las mismas costumbres, la misma lengua, etc.) y antisemitismo que es el odio al judío por lo que TIENE (se le reprocha detentar y acaparar el poder, los privilegios y honores, hay siempre un exceso. Este planteamiento recuerda al de Norman Lebrecht en la Introducción  a su libro Genio y ansiedad, editado en español por Alianza en 2022. 

Steiner

Escribe Lebrecht: “De acuerdo con el saber popular, cinco judíos escribieron las normas de la sociedad: Moisés dijo que la Ley lo es todo; Jesucristo dijo que el Amor lo es todo; Marx dijo que el Dinero lo es todo; Freud dijo que el Sexo lo es todo; Einstein dijo que Todo es Relativo”. 

El judío George Steiner, en Un largo sábado (Siruela 2016) escribió, con trágica ironía: “El antisemitismo es una especie de protesta humana, como un basta ya de dar la lata”, pues en tres ocasiones, el judío hizo al hombre un chantaje de peso insoportable: a): El monoteísmo judío de la ley mosaica es el origen del monoteísmo religioso, lo menos natural. b): El cristianismo, conminando Jesús con ese mensaje tan judío: “Vais a dar a los pobres todo lo que tenéis. Os vais a sacrificar por los demás”. c): Y llegó Marx: “Si tienes una bonita casa con tres habitaciones vacías y hay gente  a tu alrededor que no tiene donde vivir, eres lo peor de lo peor”. 

Continuaremos analizando las presuntas aproximaciones para el antisemitismo según Horvilleur; del capítulo 5 de la “excepSION judía”, recordando lo reciente de Barcelona. Se concluirá con Crónicas de Umberto Eco, bajo el nombre de La Bustina de Minerva en el semanario italiano L´Expresso sobre diversas formas de racismo. 

Continuará

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