Con esta exclamación pascual le vamos a dar a gracias a Dios por, como diría san Ignacio de Loyola, tanto bien recibido. Y lo vamos a hacer de una obra de indescriptible belleza, de esas obras que te dejan no solo boquiabierto sino que las quieres escuchar una y otra vez debido a su simplicidad pero también a su profundidad casi abismal.

El maestro que se encargará de elevar nuestro espíritu es César Franck (1822-1890), maestro francés de nacimiento belga, puesto que lo hizo en Lieja. Fue un profesor y, sobre todo un organista fuera de serie. Su nombre es el de una de las figuras líderes de la segunda mitad del siglo XIX en Francia. En 1858 se convirtió en organista de la recién consagrada iglesia de Santa Clotilde de París, puesto que retuvo hasta su muerte. En esos teclados, Franck tuvo oportunidad de improvisar y escribir las más gloriosas páginas del órgano barroco. Además era maestro de capilla de la iglesia, por lo que compuso otro tipo de obras. Allí fue creciendo su reputación y allí fue maestro de una gran cantidad de otros compositores, como d'Indy, Chausson, Vierne, Tournemire, Lekeu o Duparc. Compuso además otros tipos de obras, como sinfónicas y de cámara. Quizá no sea el nombre que se viene a la cabeza cuando uno piensa en los grandes maestros del XIX pero lo es, y así lo debemos considerar.

La obra de inmarcesible belleza que te traigo hoy se llama Alleluia! Choeur de Pâques à 3 voix avec accompagnement d'orgue ou d'orchestre. Tiene texto de M. Du Pasquier. Como puedes ver el manejo que hace Franck de la masa coral dota a la obra de una unción especial, muy apropiada para la Pascua y esa adoración tranquila y sosegada, que serena el espíritu sin exigir demasiados efectivos. A pesar de lo que suele creerse, no es una parte de una obra mayor llamada "Coro de Pascua" sino que este "Aleluya" es el coro de Pascua en sí. El texto de la obra (en francés, pero fácilmente entendible) es:

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La bonté du Seigneur a fait ma force.
La bonté du Seigneur réveille ma foi.
Alleluia.
La mort n'est plus je vivrai,
je veux chanter la bonté du Seigneur.
Alleluia.
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La partitura de la obra la puedes conseguir aquí.

La interpretación que te propongo es la del Coro del King's College de Cambridge dirigido por Stephen Cleobury.