Bach, Cantata BWV 51

Nuestro progreso por todas las cantatas de Bach tiene que ser necesariamente lento. Son más de 200 y por eso se demora algo más. Pero ¿qué prisa hay? Se puede disfrutar aún más de las obras poco a poco, a modo de pildoritas. Hoy llegamos a una obra virtuosa en muchos sentidos, y sobre todo para la voz solista.

En primer lugar requiere una voz aguda de un gran virtuosismo. Eso ha llevado a pensar que la obra fuese compuesta para una soprano coloratura en vez de para un niño soprano. De ahí que se piense que fuese una elaboración de una anterior, quizá compuesta para el cumpleaños del duque de Weissenfels. Además exige de un trompetista de lo más hábil, en una instrumentación propia de las obras de Alessandro Scarlatti. Posiblemente fuese Gottfried Reiche el trompetista que ejecutase la parte. La obra debió sorprender a los conservadores habitantes de Leipzig, sobre todo por la presencia de la soprano. De entre las cantatas de Bach, es la única en la que interviene una soprano y una trompeta solistas.
Destaca el primer movimiento en forma de concerto, tras el que llega un accompagnato y un arioso, para terminar con una aria caracterizada por las figuras en ostinato en el bajo. El coral final no es en las habituales cuatro partes sino es cantado por la soprano con el acompañamiento del continuo y la trompeta, de nuevo en coloratura. Una obra que puede calificarse de espectacular.
Las partes de la obra son:
1. Aria: Jauchzet Gott in allen Landen
2. Recitativo: Wir beten zu dem Tempel an
3. Aria: Höchster, mache deine Güte
4. Coral: Sei Lob und Preis mit Ehren
5. [Finale]: Alleluja
La instrumentación de la cantata es: soprano, trompeta, dos violines, viola y bajo continuo.
La partitura de la obra la tienes aquí. El texto en español puedes seguirlo aquí.
La interpretación, mi favorita, es la de Natalie Dessay (soprano), Neil Brough (trompeta) y Le Concert d'Astrée dirigidos por Emmanuelle Haïm.
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