Bach, suite inglesa BWV 807

Bach, suite inglesa n.º 2, BWV 807

¡Feliz domingo! Termina hoy la semana y, como es habitual, en este pequeño rincón lo hace a lo grande porque grande es la música de J. S. Bach. De nuevo vamos a ir añadiendo una pieza más a nuestro especial saco bachiano con esta suite realmente conocida, porque ya estamos dentro de las obras más conocidas para teclado del maestro. La composición que ahora vamos a disfrutar no te va a defraudar, como todo lo del maestro...

J. S. Bach

Primero, nos quedaremos con algún aspecto de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Hoy, sencillamente, te traigo algunas frases suyas. Por ejemplo: «La música es una agradable armonía para honrar a Dios y las delicias del alma». Reflexionó mucho sobre la música, por ejemplo: «El ánimo final y la razón de la música no es más que la glorificación de Dios y el recreo del espíritu». Tenía tanta predilección por la armonía que dijo: «La armonía está próxima a la devoción». De hecho, era de la opinión de que la buena música nos acerca a Dios porque «Allí donde hay música devota, Dios siempre está al lado con su graciosa presencia». Toda su vida se dedicó a buscar la música adecuada que llevase a los demás la presencia de Dios: «Solamente he buscado una finalidad desde mi punto de vista: dirigir música religiosa bien hecha para honrar a Dios». Este hombre, de profunda religiosidad, solía firmar muchas de sus obras con la siglas S. D. G, que provienen de «Soli Deo Gloria», es decir, «A Dios, solo la gloria».

Hoy no vamos a escuchar música religiosa sino su Suite inglesa n.º 2 en la menor, BWV 807. Como es habitual, comienza con en preludio extenso aunque, en este caso, no tiene demasiada complicación contrapuntística, mostrándonos uno de los aspectos más encantadores de la tonalidad de la menor. Aunque puede parecer obvio, toda la suite gira en torno a esta tonalidad, casi como un homenaje a la misma. Al preludio le sigue la allemande, también llena de estilo casi improvisado, con fuerte influencia de la música francesa. La courante es de un carácter encantador, con ese aire más movido que sirve de contraste con el movimiento anterior. Y también con el posterior, que es una sarabande, una de las más extensas escritas por el maestro. Ello se debe a que Bach añadió a la pieza unos adornos, que acentúan aún más su acento francés. Le siguen dos bourrées, buscando de nuevo el contraste ya que la segunda de ellas está en la mayor. Termina con una gigue bipartita, en este caso con un intenso carácter italiano, con un intenso estilo de danza, siendo la única gigue de las suites inglesas que no está escrita en forma de fuga.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Bertrand Cuiller al clave.

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